¡QUÉ PREGUNTA!
La oferta de vinos tiende a crecer y diversificarse, y siendo una bebida socialmente privilegiada, tiene características particulares.
El vino nos transmite magia, misterio y un sentimiento diferente de cualquier otra mercadería de consumo. Siempre encontramos la bebida presentada de forma impecable en estanterías de madera, con una iluminación adecuada.
Beber vino de calidad implica una cierta actitud de selectividad, de razonamiento y más aun teniendo en cuenta la fabulosa diversidad que ofrece la más noble de las bebidas. Lo antes dicho nos lleva a considerar si la queremos para un regalo, o acompañar una comida con amigos o simplemente degustarlo en la intimidad del hogar.
Por empezar, el buen comprador de vinos, no lo hace a las apuradas, sino que se tome su tiempo para recorrer góndolas y conversar con el personal de vinotecas. Yo recomiendo leer las contra etiquetas, donde tendremos la mayor información del vino. Aprovechar las promociones y los lanzamientos de las nuevas bodegas que siempre ofrecen sus productos con descuentos muy interesantes.
El que compra para guarda, debe tener una importante rotación y no acumular vinos, porque sí, asesorándose debidamente de cuánto tiempo puede tenerlo0s en guarda, confeccionar una ficha y agregárselo a la botella, como recordatorio, para no tener ingratas sorpresas.
En el Restaurante, elegir el vino de acuerdo a la comida, respetando el gusto de los demás. Aceptar las sugerencias del sommelier y dejarse llevar un poco por la imaginación, ya que se puede acompañar en la misma cena, con distintos vinos, ya sean éstos blancos, tintos, rosados o dulces, siguiendo los pasos de menor a mayor intensidad, dejando para el final los dulces o espumantes.
Un vino de calidad debe tener:
1º -Intensidad: son aquellos vinos que nos estimulen los sentidos. Son aromáticos, sabrosos y expresivos, dejando una viva impresión en el paladar.
2º -Equilibrio: cada aroma y cada sabor debe estar en adecuada armonía, que ninguna nota se sobreponga exacerbadamente, en definitiva, ningún rasgo debe sobresalir demasiado.
3º -Nobleza: la elaboración debe ser cuidada y honesta, eligiendo las uvas y las barricas adecuadas para su crianza. Un buen vino es, entre otras cosas, producto del tiempo.
4º -Complejidad: debe tener una amplitud de matices para colmar y satisfacer nuestro paladar-
5º -Recordación: cuando probamos un vino de calidad y nobleza, lo recordamos por mucho tiempo y al verlo, nuestra boca se acoplará con nuestra mente, porque perdurará en la memoria.
Finalmente les diría, que al momento de comprar o elegir un vino, déjense llevar un poco por la imaginación,- por la curiosidad- y por el consejo de su vinoteca amiga.
MARIO BASS
Beba con moderación.
Si bebe, no conduzca.