MONA BLANCA TREPADA EN EL OCTAVO
Graciela Geller
Graciela Geller nos ha dejado la herencia de su corazón en estos versos.
Un hilo recorre las ausencias, los amores y desamores, y abre una diáspora de preguntas que traspasan al lector.
Conmueve y emociona leer el legado de Graciela, que anticipó en él su despedida.
Visceral y femenina, una poesía escrita con el cuerpo, con lo que está más allá de la piel y los sentidos. Con dolor de lunas menguantes y la tristeza de ver a su país que se derrumba.
Este es un libro de ternuras, pérdidas e hijos.
Guardado por Graciela Ferrero y rescatado por la editorial PALABRAVA, sale a la luz luego de catorce años de la muerte de la poeta.
AMOR EN MANO Y 100 HOMBRES VOLANDO
Graciela Geller, Patricia Severín y Adriana Díaz Crosta
Requisitos para una mejor lectura: jugar en línea recta, tomar la mano (única) del corazón ir derechito hacia la espalda del libro.
Nunca de contramano. Se perdería el hechizo y los poemas, bien pudieran tornarse en calabazas.
Recuerde. Conduzca sus ojos por la mano del corazón.
Caso contrario, nos reservamos el derecho de transformar Amor en mano y cien hombres volando, en un zapato taco alto, justito antes de medianoche.
LOS OLVIDADOS
Oscar Belbey
En Los Olvidados Oscar Belbey reúne diez cuentos y un poema que hablan de sus gustos (y disgustos), sus lecturas, sus inquietudes. Los personajes son aquellos que el sistema (la sociedad, nosotros) discrimina y relega por las razones de siempre: Falta de poder (en los marginados) y en el civismo (en los que marginan).
Sin Embargo, avalando una idea fuerza del filósofo Michel Foucault (según el cual el poder no reside en una solo lado e la ecuación, sino en ambos), esa “falta” de poder amenaza (nunca más preciso que este término) con modificar drásticamente el juego establecido. La intranquilidad, así, avanza en forma subrepticia, solapada.
Belbey sabe de dónde surgen sus personajes, porqué lo hacen y porqué decide escribirlos. Está indicándole al lector que su historias se parecen demasiado a las de los barrios periféricos de la ciudad de Santa Fe, y que aunque se mire hacia otro lado esos seres (junto a sus problemas, sus angustias, sus yerros y sus pequeñas conquistas) son tan humanos como los que residen en pleno centro. Esta verdad de Perogrullo sigue siendo potente, porque día a día parecieran ser más los que ignoran la realidad, pretendiendo que con ese gesto voluntario (el avestruz escondiendo la cabeza) la miseria desaparece. Lo que está diciendo Belbey con ironía, algo de humor y dramatismo siempre, es que más allá del país de las maravillas que el gobierno pretende inculcar la realidad es muy diferente y los números, sencillamente, “no cierran”.
El libro culmina con un poema homenaje a las madres de plaza de mayo. No hacía falta. Para quien lea los olvidados es evidente que Belbey esta homenajeando a los desposeídos y, por ende, señalando a los que más tienen y a los que, por lo mismo, más deberían brindar.
Como hizo notar Viktor Frankl, (el hombre) es el ser que siempre decide lo que es.
SUFRIMIENTO DE OTRO EN SU CUERPO
Diego E. Suárez
Si fuese posible trazar una línea y a partir de ella decir:
De aquí para allá no es poesía, y señalando el lado opuesto, decir: de aquí para allá lo es, posiblemente nos encontraríamos con la particularidad de que aquello que diste de esta línea, adentrándonos en lo “que es”, no necesariamente será lo más arduo, lo más sublime. Es posible que en las adyacencias de esa frontera imaginaria que trazamos se encuentre el desafío mayor de lo que llamamos poesía.
Si esa línea existe estará constituida por aquello que nos define como sujetos de la fragilidad humana, dolor, amor, pasiones, no lo que ahonda sino lo que aflora del ser, no lo abstracto sino lo accesible y palpable. Si existe, el lenguaje que nos propondrá será por todos conocido, la experiencia será compartida, no habrá lugar para hermetismos, ni demasiado espacio para juegos verbales. Para el poeta navegar esa línea es un duro trabajo. A un lado: abismo, hacia el otro: fatal seguridad.
En este libro, Diego Suárez ha elegido trabajar sobre lo inseguro, la enfermedad en carne de otro ser, que es el mismo si seguimos la sentencia bíblica: “son los dos una sola carne”.
La empresa contiene sus riesgos, los márgenes pueden hacer sucumbir al más diestro. Lo que está claro es que desde el inicio de la tarea él lo supo y sabiéndolo aplicó ese conocimiento en una situación en que otros hubiesen callado o concedido a favor de los peores demonios del poema: el golpe de efecto, la palabra blanda, el facilismo de lo sentimental, entre otros. No fue así, nuestro autor aplicó el pulso firme que conlleva a una poesía íntegra y concibió lo que no muchos, ese sonoro objeto mágico: un libro de poemas.
CALAVERA DE MALOS AIRES
Fernando Marchi Schmidt
A mediados del siglo XIX Buenos Aires es poco más que una aldea perdida entre la pampa y el río. Bajo sus calles y sus edificios pintados de colorado, los túneles secretos se secretos se extienden con sus pasadizos oscuros. Un hombre los habita, y hará lo imposible para desentrañar los misterios de un anillo y los arcanos de una profecía referida al Tirano y sus tiempos de espanto.
Calavera de
Malos Aires ha obtenido, por oportunidad, el primer premio del concurso literario premio “Municipalidad de la Ciudad de Santa Fe” Género Narrativa-Novela año 2006. Sobre la obra dijo el jurado: ~ Valiosa creación literaria, cuidadosa recreación de un tiempo de nuestra historia, período de luces y oscuridades como las que aparecen reflejadas en los dos mundos planteados: el de la superficie y el de las catacumbas, ámbitos donde la suma de las pasiones espirituales y políticas es exacerbada, y donde la tragedia aparece como el resultado de los entusiasmos extremos en los que los personajes quedan atrapados ~