La política forma parte de los recuerdos de sus infancias y adolescencias, cuando ya asistían a encuentros de la Unión Cívica Radical y de la agrupación Franja Morada por propia voluntad. En sus familias, de ideología radical, siempre se habló de política y se promovió el debate de los temas de la cosa pública en distintos ámbitos. Por eso, para Ximena y Juan haber militado en la Universidad Nacional del Litoral mientras cursaban sus respectivas carreras de abogacía no fue más que dar continuidad a una práctica que conocían de toda la vida y se relaciona directamente con los valores del compromiso y el involucrarse con una realidad que no siempre nos satisface.

Son candidatos a diputados nacionales por la coalición Juntos por el Cambio, ella en segundo y él en quinto lugar. Con 29 y 31 años, Ximena y Juan se proponen llevar al Congreso los temas que atraviesan su generación, con una visión que apoye y ponga en valor la gestión de Mauricio Macri en el país para darle continuidad.

 

TS —Desde sus lugares en la Universidad y la gestión en el Gobierno de José, ¿cómo ha ido creciendo su compromiso con la política?

 

Ximena —Yo empecé a militar durante mis primeros años en la Universidad, cuando elegí estudiar Derecho en la UNL. Me sentí atraída por la agrupación Franja Morada, que es el brazo radical de la facultad, en medio de épocas muy duras de kirchnerismo, en las que todas nuestras discusiones estaban atravesadas por la preocupación ante el avasallamiento de las instituciones. Ese es el espacio en el que me formé; un espacio que cree en los valores de la lucha colectiva, la responsabilidad, la república, la democracia y las instituciones. Esos valores son los pilares de mi formación política e ideológica. Hace cuatro años me recibí y empecé a trabajar como abogada. Soy Subsecretaria de Posgrado en la UNL y estoy cursando una maestría en Derecho Constitucional, cátedra de la que también participo activamente. En este contexto llega la propuesta de la candidatura y la acepté porque estas elecciones son muy importantes para acompañar el proyecto que se inició en 2015, por todos los cambios y transformaciones que se han iniciado y se tienen que consolidar. No podemos retroceder, porque es con este modelo con el que estamos convencidos de que vamos rumbo a un crecimiento definitivo.

Juan —Creo que ambos mamamos el vínculo político desde la familia, en esas reuniones en las que se discutía muchísimo y se respiraba política. En mi caso, el interés por la política surgió inmediatamente. Antes de entrar a la Universidad ya participábamos de seminarios y encuentros de la Franja y lo hacíamos con vocación y ganas porque era lo que sentíamos, siempre con el objetivo de transformar una realidad que no nos conformaba. Además, milité también en la Juventud Radical de Santa Fe. Muy volcado a la gestión, me sumé a participar en 2008 en la municipal y en 2011 me convocó José para trabajar en el área de gestión de la ciudad, primero desde la Secretaría de Control y después lo acompañé activamente en el desafío de presidir el comité del radicalismo nacional. Fue una experiencia muy enriquecedora desde todo punto de vista, nos permitió tener una visión más amplia del rol que debe tener el radicalismo y el por qué de la definición estratégica de conformar en su momento Cambiemos y ahora Juntos por el Cambio. Tanto en aquel momento como en la actualidad, lo que está en juego en el país es poner a salvo la calidad institucional, la división de poderes y el ejercicio de las libertades individuales.

 

TS —¿Qué le aporta el radicalismo a Juntos por el Cambio?

 

Juan —Siempre aportamos a Cambiemos desde una mirada enriquecedora, y entendiendo que era necesario respaldar a un gobierno que estaba haciendo una transformación de fondo en la Argentina, que con sus dificultades y errores lo fue logrando en el trazo grueso, con personas que tienen compromiso y vocación. Por eso creemos que necesitamos cuatro años más. Esta vez, con mayor sustento político y con generosidad política para sumar y consolidar. Es necesario dejar un poco esos viejos esquemas de prejuicios ideológicos para tratar de ver cuáles son esos denominadores comunes, planteando la esencia por la cual la gente definió acompañar a Cambiemos. En su momento, la coalición se formó porque los argentinos decidieron construir una alternativa política para hacer un cambio en el país y dejar atrás esos años de oscuridad del kirchnerismo. Por eso, sinceramente, estamos muy contentos de formar parte de la Unión Cívica Radical, un partido que supo interpretar esa necesidad que ya trasladaban los argentinos, y conformar activamente esta propuesta con su espalda política, sus ideas y su propia impronta. Hoy lo que está en juego no es la mezquindad de quién pone qué cosa o cuáles son los roles que cada uno le tocan; si bien aspiramos a tener cada vez mayor protagonismo e influencia, lo que inclina la balanza es la importancia y trascendencia que tiene esta elección para el futuro de nuestro país.

 

TS —¿Cuáles son los temas que quieren llevar al Congreso?

Ximena —Queremos ejercer una representación genuina de los intereses de los y las santafesinas.

Personalmente, me interesa trabajar sobre la educación, que ha sido una de las fortalezas en mi formación. El medioambiente se ha convertido en un tema trascendental y queremos asumir un rol equilibrado, moderado y tratando que el diálogo y el consenso sean el norte hacia el que nos lleven todas las discusiones. Aparte de joven, soy mujer y he participado en muchos Proyectos de Extensión de trata de personas y sensibilización de derechos. Resulta importante que en todas estas discusiones esté claro que la posición siempre tiene que ser desde el equilibrio, sin avasallar derechos de ningún hombre ni de ninguna mujer. El emprendedurismo también es un área muy desarrollada en nuestra ciudad, en articulación con la Universidad, que hay que seguir potenciando.

 

Juan —La mejor forma de pensar cómo logramos una Santa Fe en la que todos vivamos mejor es comprometernos con un modelo de país en el que los argentinos vivamos mejor, porque muchas veces se nos quiso inculcar que Santa Fe era una isla, y no es así. Si bien estamos orgullosos de una serie de transformaciones que hemos implementado en la ciudad, esos avances deben darse siempre en el marco de un proyecto político transformador a nivel nacional. En ese marco, nuestro rol debe ser escuchar a los santafesinos y aportar una nueva voz desde una perspectiva generacional para acompañar los cambios que viene llevando adelante Mauricio Macri en el país y que no se detengan a mitad de camino.

 

Ximena —Elegimos respaldar la política de Macri, porque está basada en hechos concretos. Hoy las obras públicas salen entre un 20 y un 50 % menos de lo que salían en 2015, porque no hay sobreprecios ni corrupción. Hoy la plata de los argentinos se ve en un millón de ciudadanos más con cloacas y desagües, en las rutas nacionales y la reactivación ferroviaria. Esa es la diferencia que plantea nuestra propuesta y tiene que ver con obras que se ven, no con un grupo de funcionarios que ingresaron al poder y que se van enriquecidos en sus patrimonios. López y el escándalo del convento, los bolsos de Antonini Wilson, y otros tantos son hechos que nos olvidamos pero que hay que tener frescos en la memoria para entender cuál es la propuesta que vienen a traernos desde el kirchnerismo.

 Texto: Belén Bustamante

Fotos: Pablo Aguirre

Estilismo: Mariana Gerosa

Nombre de sección: Retratos y personajes

Edición: N° 76

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