En el año en que el hombre llegó a la luna, en el sur del continente se inauguró una obra que, al día de hoy, es única en la región. Dos provincias separadas por un río quedarían unidas por una obra de ingeniería de suprema magnitud. En el mes del 52° aniversario de aquella hazaña, su directora por Santa Fe anuncia nuevas obras y un trabajo de puesta en valor. Karina Rotela, primera mujer en ser designada para ese cargo, valora el pasado y subraya el presente con una mirada puesta en el futuro.

Karina aún no había nacido cuando los gobernadores Carlos Silvestre Begni y Raúl Uranga cortaron las cintas del túnel subfluvial que hoy lleva sus nombres. Era el último año de la década del 60 y la obra parecía tomada de alguna película futurista. Por debajo del río Paraná, las dos capitales provinciales quedaban unidas en una vinculación que iba más allá de ellas, estableciendo un nexo entre regiones del país.

 

«El túnel es una obra de ingeniería tremenda. En ese momento no existía la tecnología de hoy y las máquinas eran simples. Es pura cabeza», señala Karina Rotela. Cuenta que el mito que rondaba a la inauguración aseguraba que no duraría más de treinta o cincuenta años. Superado ese lapso en plena actividad, un estudio realizado por las universidades tecnológicas de las dos provincias brinda un anuncio auspicioso. «Tenemos aún más de cien años de túnel con el mantenimiento correspondiente. Este informe nos da tranquilidad y certeza de lo que es la obra.»

Karina destaca lo difícil del reciente año y medio. «No nos faltó nada: pandemia, incendios, bajante.» Sobre este punto, y ante la preocupación surgida en la población por las imágenes circulantes, la directora aclara: «La manta que se veía no es el techo del túnel. El túnel está mucho más abajo, es imposible que se lo vea. Nuestro equipo de ingenieros hídricos hace un seguimiento periódico. Son más perjudiciales las crecientes que perduran en el tiempo. La bajante no nos trajo ningún problema.»

 

 

 

Lo que se viene

Tal vez por su mayor cercanía a Paraná, el túnel aparece más vinculado al acervo entrerriano que al santafesino. «Hay que darle la importancia que tiene, saber que también es nuestro. Es parte de nuestra provincia. El túnel tendría que estar incluido en el recorrido turístico de Santa Fe, ser uno de sus atractivos como lo es el casco histórico.» Karina entiende que las obras a inaugurarse pueden facilitar esa idea.

Las inauguraciones comprenden dos obras: el complejo social del túnel y un centro de interpretación. «El complejo existe desde siempre», cuenta Rotela. «Cuando se inauguró el túnel se incorporó con la idea de dar a conocer esta obra magnífica de ingeniería.» Décadas después, la falta de mantenimiento hizo que el complejo quedara relegado en su función e, incluso, dejaran de utilizarse algunas instalaciones por cuestiones de seguridad. La funcionaria relata que la puesta en valor comenzó en 2019 y, como todo, quedó parada en 2020. «Este año se reinició la obra y ya estamos en los últimos detalles. La ampliación en su primera etapa incluye dos dormis con capacidad para veintiocho personas cada uno, habitación para responsables de contingentes, oficinas nuevas y un salón de eventos.» El proyecto, fundado en el concepto de turismo social, prevé la construcción de tres dormis más en una segunda etapa.

El centro de interpretación, por su parte, es una obra nueva que rescata el valor del pasado. Allí, herramientas y distintos elementos que fueron parte del túnel estarán exhibidos en un periódico movimiento. «Hay un montón de material histórico muy interesante que está quedando listo para ser descubierto», subraya Rotela.

Ambas obras abrirán todos los días y la información para su visita estará disponible en la página del túnel. «A la vez, estamos trabajando con las áreas de educación, turismo, cultura y tercera edad de ambas provincias», relata Karina. «Es una idea que me surgió al pensar y proyectar el uso a dar a los espacios. El túnel es una obra única en Latinoamérica que no solo tienen que conocer los alumnos de cuarto grado cuando estudian la provincia. Merece aprovecharse de distintas maneras.»

Ser directora en pandemia

Procuradora de profesión, Karina se define como «una sobreviviente del 2001». El año de la gran crisis argentina, la encontró en Rosario, en donde estudiaba y trabajaba. «No me pude quedar allá. Era una época muy difícil.» En Santa Fe, terminó sus estudios y decidió no ejercer propiamente sus profesiones para afianzar así su camino en la política, terreno al que se había asomado en la adolescencia. «Pasé por distintos lugares: municipalidad, concejo, legislatura, siempre como asesora.» También, cuenta que es mediadora pero no ejerce como tal sino que a esta experiencia profesional la aplica en su gestión actual «Me gusta mucho la mediación, lograr acuerdos, calmar las aguas.»

El de directora designada por la provincia de Santa Fe, es su primer cargo y en un ámbito muy particular. Además de profundizar en la historia conocida, debió investigar sobre la administración del lugar, el funcionamiento de sus áreas, horarios, turnos, cajas. El túnel es un ente autárquico interprovincial, lo cual implica gestión con autonomía más un accionar conjunto con el director que representa al otro estado. «Fue conocer un mundo nuevo para mí. Un desafío realmente.»

Y ese reto se encontró —a poco de asumir— con el cúmulo de desconocimientos que implicó la pandemia. «No me alcanzan las palabras para con los trabajadores del túnel en ese contexto. Fuimos esenciales, no se paró nunca. Y ellos siempre estuvieron dispuestos a colaborar. Tienen tan arraigado al túnel como algo suyo que realmente lo cuidaron.» Karina se refiere a los días posteriores a aquel marzo como una tormenta cargada de incertidumbre. «Era lo desconocido y lo que se hacía con eso”. Desde las primeras dudas sobre la manipulación de dinero, o el dejar pasar o no camiones provenientes de países limítrofes, las decisiones difíciles se sucedían.

«2020 fue un año de estrés agudo», afirma Rotela. La directora relata que el único ingreso del túnel es el peaje y, desde el inicio de la pandemia, hubo un período sin cobro y una merma en la circulación que aún hoy sigue sin alcanzar sus números previos. «Si no hay circulación, no hay ingresos», subraya. Para graficar la situación, señala que tradicionalmente pasaban por el túnel entre 12.000 y 13.000 vehículos diarios, de lunes a viernes, cifras que subían los fines de semana. «Llegamos a tener veinticinco vehículos por día y, en la peor época de la pandemia, solo circulaban los camiones. Veíamos los números y decíamos: ¿qué hacemos?»

Los gastos de mantenimiento son proporcionales a la magnitud de la obra. Electricidad, limpieza interna, oxigenación, lanchas que realizan los controles periódicos. Dos generadores eléctricos gigantes ubicados a cada lado ofician de respaldo ante un corte de energía. «Pase lo que pase, tiene que haber personal y equipamiento listo para solucionarlo.» Un momento particularmente complejo se presentó cuando, en el curso de 2020, se manifestó el temor real de no poder abonar el pago de sueldos. «Con Martín (Uranga, director por Entre Ríos) decidimos hablar con los dos gobernadores y pedir un subsidio que nos permitiera terminar el año con todos los sueldos pagos como corresponde. Tuvimos excelente respuesta de ambos lados con el otorgamiento, por primera vez, de un subsidio al Túnel Subfluvial.»

Abrir el espacio, dejar un legado

Karina se refiere con entusiasmo al nuevo equipamiento con fibra óptica y al cambio de monitores y cámaras dentro del túnel. «Todo eso hace a la seguridad del usuario y a nuestra tranquilidad.» Con igual felicidad cuenta sobre la primera mujer inspectora de tránsito, la apertura sin limitación de géneros en concursos laborales antes solo dirigidos a hombres y el cumplimiento de la ley laboral trans. «Mi idea es abrir el abanico. Dar el espacio y la oportunidad.»

Sobre cuál espera que sea la futura mirada sobre su gestión, Rotela señala que nunca lo pensó pero sabe que le gustaría que la recuerden como alguien que dejó allí lo mejor de sí. «Como alguien que trabajó a la par», agrega. «Siempre digo que mi oficina es de puertas abiertas. Llegué para acompañar, no para imponer.» Karina aspira también a que en su espacio político se valore lo que se está haciendo y se aproveche para la población. «Que esto no sea algo solo para ahora. Que quede, se siga usando y creciendo.»

 Texto: Julia Porta

Fotos: Ignacio Platini

Dirección de arte: María Virginia Platini para Estudio Fotográfico «Mario Platini»

Estilismo: Pilar Fernández

Nombre de sección: Gestiones Públicas

Edición: N° 87

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