La autora del libro “De lo que antes era” cuenta a TODA la particular gestación de su narrativa. De la idea de escribir un guión cinematográfico a la obra publicada en España. Desde el repaso por la sigla que engloba la diversidad a un texto que tiene a un personaje intersexual como protagonista. El de Gisela Maioli es un recorrido marcado por los aprendizajes. La búsqueda de información e inclusión son parte de ese camino. “Estoy convencida que es crucial darle visibilidad a historias que reflejen la diversidad de nuestras sociedades “.
Gisela Maioli nació y vive en Rosario. En el repaso por su historia aparecen las figuras de su mamá María Teresa, su papá Horacio, un hermano seis años mayor y un interés temprano por el dibujo. “Siempre tuve mucha pasión por el arte. Básicamente, nací con un lápiz en la mano”. Sus progenitores, atentos a eso, la mandaron a talleres y lugares de estudio, un proceso que durante 13 años la impulsó por el mundo de la pintura. “Empecé con lápiz y pasteles y terminé en cuadros con óleo y acrílicos. Incursioné por todas las técnicas y hace unos años empecé con las miniaturas”.
Tras una escolaridad con final abierto: “Cuando terminé la secundaria no sabía que hacer como la mayoría de los adolescentes”, Gisela pasó por las carreras de psicología y marketing antes de llegar a la que le dio su profesión presente como analista de sistemas. “Pero siempre estoy haciendo cosas relacionadas al arte, que es lo que me apasiona”, comenta. En esa inclinación artística aparece la actuación, un anhelo temprano que pudo concretar cuando sintió que encontró el lugar adecuado; un espacio con mayor vinculación al universo audiovisual.
¿Cómo llega la concreción de un libro a esta historia? “Yo siento que no busqué la escritura, sino que la escritura me encontró a mí”, sentencia Gisela. En su relato, el proceso se inicia con un proyecto de guión para largometraje. “Como vengo de la actuación dije voy a escribir un guión sobre esto que tengo pensado. Tenía tanto para contar que me sentía acotada y una amiga me dijo: ¿Por qué no escribís un libro?”. Y Así, sentada a diario frente a la computadora se encontró en un momento con 350 páginas completas. El proceso le llevó dos años y en 2023 “De lo que antes era” vio la luz.
Contar para incluir
“La protagonista de mi libro es una chica intersexual. Lo que a mí me llevó a escribir esta historia fue querer hacer una historia inclusiva de género”. Gisela cuenta que en el repaso de la sigla que engloba la diversidad, la i convocó su atención. “Empecé a averiguar, a investigar. Estuve unos seis meses haciendo seminarios y estudiando sobre el tema. Leí más de cien testimonios. Paralelamente, aprendía sobre narrativa y sobre intersexualidad”.
En el camino, las metas fueron clarificándose. Al interés por conocer se sumó el de dar a conocer. “Sabía que me estaba metiendo en algo muy delicado. En ningún momento desistí ni tuve dudas. Los testimonios que leí son durísimos. Y cada testimonio me atravesaba. Fue empatía y necesidad de contar lo que yo estaba aprendiendo. Lo único que me importaba era poder transmitirlo bien, poder informar ante tanta desinformación”.
Una historia y su trayecto
“¿Qué van a encontrar en el libro?”, señala la autora para presentar una síntesis de la novela. “Es una ficción que cuenta principalmente una historia de amor entre dos mujeres. Por un lado está Lara, la protagonista intersex quien carga con un pasado muy doloroso, con muchos prejuicios, dudas e intentos fallidos por auto aceptarse. Por el otro está Julia, una mujer un poco más grande que Lara, madre soltera, bisexual, quien también carga con un pasado duro y oscuro en cierto punto. En determinado momento se van a cruzar y a partir de ahí entre las dos van a tratar de sanar el pasado para vivir mejor el presente y pensar el futuro. Es una historia de superación”.
Terminada la etapa de escritura, llegaba el momento de verlo impreso. Entonces, Gisela se contactó con varias editoriales, incluidas dos de España. Desde la península ibérica llegó la información de que el manuscrito había quedado seleccionado en un concurso de narrativa organizado por la editorial Avant, que fue la que finalmente lo publicó. La autora necesitaba aún la mirada que le devolviera la certeza de la misión cumplida y con ese objetivo se comunicó con una organización intersexual (Kaleidos) de Valencia y les hizo llegar un ejemplar. “Una semana después me llegó un correo de Yolanda de la organización contándome que lo había leído. Tenía una devolución preciosa. Me decía que el tema había sido tocado con mucha sensibilidad y respeto. Ahí sentí que había conseguido lo que quería; informar y contar bien esa historia”.
Después llegaría la oportunidad de presentarlo en su propia ciudad. “La presentación fue en la sede del gobierno de Rosario. Me acompañaron Pamela Rocchi (funcionaria y militante trans), Máxima Salazar (mujer intersex) y la psicóloga Andy Panziera”. Con ellas, Gisela y el libro también arribaron a Villa Ocampo y el día de la entrevista, una firma de ejemplares la esperaba en la Feria Internacional del Libro de Rosario. La autora señala que tiene profunda fe en la historia y en la finalidad de contar relatos diversos. “Creo fervientemente que tiene que haber más inclusión en la literatura y más diversidad en los personajes”.
De guiones, metas y sueños
Y como si de una historia circular se tratara, después del libro, la idea del guión renació con fuerza. “Como ya tenía la historia, me resultó mucho más fácil adaptarla a guión”. Este trayecto, iniciado en paralelo con la búsqueda de editorial para el texto, tiene hoy un avance destacable. “Al guión lo terminé, lo trabajé un montón y ya está en su versión cuatro y además cuenta con un teaser que se puede ver en mis redes sociales”. Cuenta Gisela que, en esa búsqueda de dar a conocer la historia, lo mandó al FINCI (Festival Internacional del Nuevo Cine Independiente), adonde quedó seleccionado para participar en la categoría “guión en desarrollo”. Y mientras espera la decisión del jurado y del público, la autora se siente feliz por este tránsito en curso. “La tapa del guión ya tiene su primer laurel”, afirma con la satisfacción de la tarea lograda.
Con el libro en etapa de difusión y distribución y el guión consolidándose a través de su exhibición; Gisela sigue en la práctica de la producción. Cuenta que tiene dos textos en proceso y que pese a estar centrada en la escritura, no deja de pintar. Aunque queda poco espacio para el ocio, afirma que el deporte la ayuda a desconectar y comenta que el tenis es otro gran amor.
Por estos días, para Gisela Maioli la meta cercana sigue siendo la difusión de “De lo que antes era”, que se lea y conozca. La novela que fue declarada de interés por la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe, se encuentra en librerías de Rosario y a través de sitios en internet, además de recorrer las ferias de libros que por estos meses se desarrollan en distintos puntos del país. Sobre los sueños a largo plazo, la película sigue ocupando un lugar central. “Yo sé que es un proyecto difícil y que va a llevar tiempo, pero voy a seguir. Mi personalidad me ayuda. Soy muy perseverante con aquello en lo que creo”.
Texto: María Julia Porta
Fotografía: Sol Ortolochipi – Estudio Moloco