«La decisión de ser una artista fue muy complicada», dice, rodeada por sus obras en su casa, al recordar el momento en el que entró a la Mantovani, hace más tres décadas, para iniciar su formación que le marcaría un antes y un después en su vida. Hacer lo que se ama es difícil; triunfar en ello aún más. «Mi locura es dibujar y pintar desde que tengo uso de razón».