Platon Antoniou es un fotógrafo anglobritánico (su madre nació en Inglaterra y su padre lo hizo en Grecia). Vino al mundo en 1968 y vivió en el país heleno hasta su adolescencia, cuando se trasladó a Inglaterra, donde estudió en la St. Martin´s School of Art y el Royal College of Art.
Estas experiencias le sirvieron para ir descubriendo su vocación por la fotografía. No en vano, en el segundo de estos centros conoció a John Hinde, quien fue uno de sus primeros referentes.
Hoy en día, es Platon quien se ha convertido en una figura relevante en su ámbito, el de la fotografía. Sobre todo, entre quienes se dedican a los retratos de personajes célebres, aunque este profesional también trabaja otras especialidades, tales como el paisajismo o el fotoperiodismo.
En todo caso, hemos de señalar que su profundización en las fotos de personalidades (especialmente del ámbito político, pero también del mundo de la cultura o de la gente común) es lo que le ha dado una mayor fama. De hecho, si eres ya un iniciado en el arte de la fotografía, no te va a costar distinguir un retrato hecho por Platon de los que puedan haber llevado a cabo otros fotógrafos conocidos.
Nos referimos, en estos casos, a retratos que se asemejan a las tomas de los fotomatones o las fotos de carnet de identidad. Realiza estas instantáneas tanto en color como en blanco y negro. Y puedes tener claro que, cuando opta por este segundo formato, la foto no pierde un ápice de calidad, sino que incluso gana en matices.
En estos retratos, algunos de los hombres más poderosos del mundo (presidentes de Estados Unidos como George W. Bush, Bill Clinton y Barack Obama, o el ruso Vladimir Putin) aparecen ante el espectador con una mezcla de magnificencia y realismo. De la misma manera que las fotos muestran a personajes que detentan importantes resortes de decisión, también logran acentuar algunos de sus rasgos más característicos. Seguro que eres capaz de observar, igual que fueron captados por Platon, el aire campechano de Bush, el carisma de Clinton, la seguridad en sí mismo de Obama o la fortaleza de Putin.
Para adquirir este estilo tan propio a la hora de retratar, se requieren largas horas de entrenamiento y un constante estudio de los referentes en la materia. De hecho, es reconocible en la trayectoria de Platon la influencia de emblemáticos fotógrafos como Richard Avedon e Irving Penn.
La base de estos retratos es, en primer lugar, estar muy cerca del protagonista, a quien le puede llegar a incitar, sin que resulte exagerado ni impostado, a que adopte una postura que refleje sus rasgos de carácter más acusados. Con fondo negro o blanco, Platon logra que te fijes, especialmente, en la mirada del retratado.
Las técnicas del acercamiento y el contraste, por ejemplo, con fondos impolutos consiguen resaltar las facciones más angulosas y particulares de sus fotografiados. De esta forma, la vista se te va a ir, indirectamente, hacia la nariz, los ojos y la boca del personaje. Los rasgos que singularizan su rostro adquieren, en contraste con las tres dimensiones, unas mayores proporciones. Por su parte, otros elementos que consideramos de menor relieve, como las orejas, quedan en un segundo plano.
Además de investigar acerca de las técnicas de fotografía y perfeccionarlas, para el fotógrafo que te estamos presentando es imprescindible disponer de unos aparatos con los que se siente cómodo. Es el caso de la Hasselblad, que emplea cuando se dedica al retratismo. No olvides que, en este sentido, hace uso de uno de los escáneres más sofisticados del mercado para trabajar con los negativos.
Por otro lado, en el documental de Netflix Best in design aparece empleando una Leica de carrete. Es dicho programa el que ha lanzado a la fama a este fotógrafo entre quienes no eran conocedores directos de la profesión. En él lo puedes ver trabajando junto a sus ayudantes, por lo que te recomendamos su visionado para que te hagas una idea de cómo son las labores habituales de esta referencia.
La cámara del angular que Platon acerca en sus instantáneas tiene un formato medio de 35 mm. La ligera deformación del angular se complementa con su juego de la perspectiva, lo que supone una gran aportación de tensión y fuerza narrativa a sus trabajos. Solo emplea un flash frontal sobre los fondos negros o blancos, lo que proporciona brillo a los ojos del fotografiado y conlleva que se cree una especie de halo alrededor de su silueta.
Asimismo, el atrezzo se reduce a la mínima expresión, y Platon solicita a sus interlocutores que fijen su mirada en el objetivo. Lo que tiene que sobresalir, en este escenario desnudo, es esa mirada que perfila la personalidad. Por eso, los líderes mundiales gustan de verse reflejados en estos retratos.
Esta es la razón que se encuentra detrás de que grandes publicaciones de actualidad (New York Times Magazine, Vogue, GQ, Esquire, Vanity Fair o Rolling Stone) hayan contratado a este profesional para sus retratos, muchos de los cuales han acabado en portadas inolvidables (como la de Putin como personaje del año en 2007).
Pero Platon no solo tiene la vocación de técnico en fotografía, sino que también, como artista comprometido, ha puesto su trabajo al servicio de diversos movimientos que luchan por ampliar los derechos civiles de sus comunidades. Es el caso, por ejemplo, de Birmania y la corriente que encabeza San Suu Kyi. También ha colaborado con los disidentes que protestan contra determinadas actuaciones del Gobierno ruso.
Su destreza para el retratismo no solo se ha centrado en las celebridades, sino que también se ha proyectado, en otras ocasiones, en la gente común. Fue muy admirada, en este sentido, su colección de instantáneas de los soldados estadounidenses.
También, como profesor de fotografía, ha escrito varios libros. Por último, remarcamos que la calidad de su obra le ha valido prestigiosos premios, como los ASME 2009 y 2010.
En definitiva, Platon es, por méritos propios, un baluarte del retratismo contemporáneo. Sus fotos son testimonios mudos del poder de toda una época. ¿Cuál te gusta más?