«La militancia política no debe ser estrictamente partidaria»
Actualmente, preside el bloque “Santa Fe es una sola” (PJ) en el Concejo Municipal santafesino. Dice que no deja de hacer política mientras está con su familia y viceversa. Su esposa es Florencia Lenarduzzi, con quien tiene dos hijos: María Clara (7 años) y Justo Manuel (5 años).
TSF-¿Cuándo se dio cuenta de que iba a ser político y no otra cosa?
IMK- Desde siempre. Participé en Acción Católica, los centros de estudiantes del colegio y la universidad, siempre busqué involucrarme, ver un problema y buscar la solución. Mi primera experiencia laboral fue la de ser preceptor en el Colegio Arquidiocesano San José, que funcionaba como aula radial y tenía los tres primeros años del ciclo secundario. Mi viejo, que siempre entendió y detectó lo que me interesaba, cuando me salió esta oportunidad laboral, y le planteé la interferencia que podía presentarse porque estudiaba derecho, me dijo “si querés ser político, la interacción con los adolescentes es principal”. La conducción de jóvenes es un desafío, siempre tuve la convicción de que era mi vocación. Nunca se me presentaron dudas.
TSF – ¿Quién es su referente político?
IM – Mi familia, en general, siempre tuvo un fuerte compromiso, no solo político, con su parroquia, vecinal, la educación. Mi mamá es docente de toda la vida, es magister en educación. Muchas de las EEMPA (Escuelas de Enseñanza Media para Adultos) las fundó ella y yo la acompañaba a esos procesos de organización, lo mismo a mi papá en el sindicato.
Soy el mayor de seis hermanos (cuatro varones y dos mujeres), muchas veces compartía el trabajo con mis padres, porque no había lugar en donde dejarme. Estoy tratando de terminar la carrera de abogacía, pero no sé si ejercería.
TSF – ¿Qué no deja de hacer por la política?
IM – No tengo porqué separar las cosas. No dejo de hacer nada con mi familia por la política y no dejo de hacer política por estar con ellos. Mi esposa tiene su trabajo, debe administrar su empresa, mi hija me acompaña a muchos actos, estuvo al pie del escenario jugando, vino a sesiones al Concejo, y eso no es invasivo. Siento el acompañamiento siempre, primero fueron mis padres y mis hermanos, ahora mi familia.
Se generan muchos vínculos con quienes milito, lo hago hace más de 20 años en algunos casos, así se mezcla lo profesional con lo personal y para mí eso es muy importante.
TSF – ¿Cuál es su mayor logro político?
IM – Que en una realidad política en la que había dos liderazgos como los de Carlos Reutemann y Jorge Obeid, logramos construir un verdadero grupo político: el Foro Generacional Santa Fe. En aquel momento era muy difícil. Esos liderazgos pasaron y nosotros continuamos en la provincia y la ciudad. Hoy tenemos la mayor representación legislativa con el bloque “Santa Fe es una sola”, integrado por seis concejales. A mí me toca presidirlo, Sebastián Pignata es el vicepresidente primero del Concejo, Juan José Saleme es presidente de la Comisión de Gobierno, Marianela Blangini fue presidenta de la Juventud Peronista de Santa Fe, Lucas Maguid tuvo participación en el Consejo Ejecutivo del PJ, quiero decir que los liderazgos se multiplicaron. Eso se puede lograr porque se hizo una construcción horizontal en términos políticos.
TSF – ¿Tiene amigos o familiares cercanos que se identifiquen con otros signos políticos?
IM – No sería tan grave tener un familiar socialista, radical, como tener un familiar con otra vocación dentro del Justicialismo, mi viejo es kirchnerista, yo no, pero no tengo nada en contra, la astilla del mismo palo es la que más duele, tengo una tía ultrakirchnerista, que vive en Buenos Aires y eso genera discusiones, pero siempre en un marco para preservar la familia.
TSF – ¿Qué le diría a un joven que quiere empezar a militar?
IM – Que la militancia política no debe ser estrictamente partidaria. Los que buscan desvirtuarla sostienen esto, pero la militancia se da en todos los órdenes, y eso, en forma natural deriva en una participación en la estructura democrática a través de los partidos políticos. Nosotros alentamos a los jóvenes a que su primera experiencia militante sea en una ONG, vecinal, parroquia, grupo de amigos con un fin solidario y eso después los lleva a comprometerse en una u otra expresión.
Crédito: Sergio Ferreyra
Fotos: Pablo Aguirre