Con 33 años es uno de los diputados más jóvenes de la provincia y por lo tanto, parte de la renovación que hace tiempo se pedía a gritos en las filas de los partidos políticos. Aunque dice que el Socialismo, desde donde proviene, tiene raíces juveniles y estudiantiles. Hoy preside la comisión de educación en la Cámara Baja santafesina. Antes fue el director del Gabinete Joven de la provincia, una experiencia inédita, creado para incorporar perspectivas jóvenes a la construcción de políticas públicas. Su pseudónimo es el que figura arriba, pero se llama Julio Francisco.
TSF – ¿Quién es Paco Garibaldi?
PG – Un santafesino con ganas de ver que podemos vivir en una ciudad cada vez mejor, a la que le tengo un cariño muy grande, desde siempre. Mi familia de Buenos Aires me preguntaba ¿por qué quiero tanto a Santa Fe? o ¿por qué no me iba a vivir a otro lugar? Nuestro cariño intrínseco por la ciudad lo sabemos sólo los santafesinos, acá hay mucha gente trabajadora, emprendedora, muchos jóvenes que sueñan y estudian, vienen acá y se quedan. Me pasó de encontrarme con un colombiano que andaba de recorrida por Sudamérica y me dijo que la ciudad que más le gustó fue Santa Fe. Esas cosas me llenan de orgullo y alegría. También soy una persona que cree mucho en la familia, los amigos, los seres queridos y las personas.
TSF – ¿De dónde viene la militancia, no sólo del Socialismo, sino en general?
PG – Creo que el germen lo llevaba adentro de mi familia, mucho con mi viejo, mis hermanos más grandes.
TSF – ¿Tiene historia familiar de militancia?
PG – Sí de compromiso y sensibilidad social, no todo desde la militancia política partidaria, pero sí de mirar al otro, de ver qué le hace falta, cómo nos podemos comprometer en conjunto para solucionar problemas. En la escuela secundaria participé de diferentes espacios, en su momento de la Pastoral Juvenil, del centro de estudiantes, pero en la facultad empecé a militar en el Movimiento Nacional Reformista (MNR), fui presidente del centro de estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas y a los 21 empecé a militar en Partido Socialista. En su momento milité mucho en defensa de la educación pública. Recuerdo estar en la escuela secundaria y las movilizaciones que se producían en contra de los recortes, quizás no entendía mucho o cabalmente lo que pasaba, pero entendía que se estaba recortando la educación. Son diferentes momentos en la vida personal, pero que marcaron mi vida política.
TSF – ¿Cuándo se transforma en dirigente?
PG – Nunca sentí la diferencia entre los trajes de militante y dirigente. No hubo un antes y un después. Creo que todo dirigente debe seguir siendo militante, porque eso es mantener los pies sobre la tierra, entender los pequeños problema del momento de las personas, quizá no todo militante pueda ser dirigente. Pero además, se debe entender el problema en su conjunto, la raíz de los problemas. La vida política va llevando a la personas a diferentes compromisos.
TSF – ¿Qué le queda de los cambios de signo político en los gobiernos locales y nacionales?
PG – Mucho, veníamos de recibir un golpe muy fuerte en 2001, pero nos ayudó a crecer como sociedad. Durante mucho tiempo en nuestro país la consigna fue sálvese quien pueda, pero de esa forma no se salvaba nadie o muy pocos y son los mismos de siempre. Entonces la forma de contrarrestar eso es fortalecer los vínculos sociales, los esquemas de organización local, el desarrollo, el emprendedurismo, el cooperativismo, el estado asambleario, fue un germen de un proceso político muy interesante en la Argentina que hoy sigue estando vigente de otra forma, más consolidado, y espero que perdure con el paso del tiempo.
La inundación también fue un cachetazo muy fuerte a los santafesinos, en ese momento hubo abandono de la clase política, pero afloró una solidaridad muy grande del pueblo, cuatro años después hubo una nueva inundación y pasó lo mismo: no hubo contención, ordenamiento, prevención, pero en definitiva la otra cara es la organización espontánea a los cachetazos de la gente, como se pudo, yo participé de un centro de evacuados en el club Regatas, no hubo ninguna autoridad que en ese momento, lo autogestionamos como pudimos y actualmente me sigo cruzando con vecinos que estuvieron evacuados que recuerdan ese momento claramente porque les quedó marcado hasta la médula, también me cruzo con vecinos que colaboraron espontáneamente y eso demostró que no puede haber improvisación ni planes en el corto plazo, y que en definitiva hay que confiar en el otro que es un aliado, no un enemigo.
TSF – ¿Cómo ve la militancia en la juventud actualmente?
PG – En los momentos más difíciles como la dictadura o los ’90 la participación juvenil se mantuvo, existió, pero tuvo otras formas y manifestaciones, cuando llegó nuevamente la democracia, o con el kirchnerismo (hay que ser justo con esto) hubo un reconocimiento a esas formas de participación en diferentes espacios de militancia, con lo cual para mí siempre existió, el partido de donde vengo tiene fuertes raíces estudiantiles o jóvenes. Debemos seguir avanzando en no estigmatizar la participación joven, reivindico esas formas de participar. No es que antes se participaba más y mejor, se hacía de otra manera.
TSF – ¿Sacrificó algo en su vida por la política?
PG – A través de la política se logran o se pierden cosas. En la parte negativa, puedo decir que dejé tiempo de ocio. Una frase de Guillermo Estévez Boero dice “se marcha o no se llega”. La lucha en el socialismo es por la igualdad, y eso es inalcanzable, porque siempre habrá injusticia, entonces quien participa de esto siempre tiene cosas por las que luchar y cambiar, por lo tanto al vivirlo pasionalmente no se agota, por eso lo que me quitó la política es tiempo de ocio, pero me dio la satisfacción de vivir los momentos colectivos, de ver avances en las luchas que llevamos adelante, me parece acertada la frase: “las cosas no son así, sino que están así”.
TSF – Cuando se encuentra con conocidos de otras etapas de vida, pero que no coinciden con su idea política ¿intenta convencerlos?
PG – Respeto al que piensa diferente, tengo muchos amigos con quienes decimos que nos une la historia, pero tenemos muchas diferencias en la mirada de la realidad, de cómo educar a nuestros hijos, pero hemos aprendido a respetarnos mucho, pasamos nuestra amistad por diferentes momentos, hemos tenido discusiones acaloradas, sabemos que hay cosas en las que no nos vamos a poner de acuerdo, priorizamos los puntos en común por sobre las diferencias, eso nos mantiene unidos.
TSF – ¿Cuál es el referente político que tiene actualmente?
PG – Claramente, Hermes Binner. Con el paso del tiempo los socialistas, santafesinos, o argentinos vamos a poder interpretar lo que dijo e hizo como político, dirigente y persona, cuanto más lo conozco más reconozco la figura positiva de liderazgo, siempre innovando, generando políticas a largo plazo. En cada edificio que inauguró en su gestión sólo dice “Gobierno de Santa Fe”, en las placas, ninguno hace referencia a su nombre, es una pincelada de lo que significa Binner, generó un liderazgo que a pesar de no estar, el socialismo sigue vigente, a nivel nacional es nuestro presidente del partido y con dos períodos cumplidos dijo que quiere dar lugar a otros.
TSF – Supongamos que sale a la calle y se encuentra con Paco Garibaldi de los 15 años ¿qué le dice?
PG – Que le dé para adelante, no te vas a arrepentir de lo que estás haciendo, aprendé en cada momento, disfrutalo.
CRÉDITO: Sergio Ferreyra
FOTOS: Pablo Aguirre