Entre las doce obras que suma el Malba a su colección incorpora a cuatro artistas: Aline Motta (Niterói, 1974), Martín Chambi (Coasa, 1891- Cuzco, 1973), Sheroanawe Hakihiwe (Sheroana, Amazonas, 1971) y Graciela Sacco (Rosario, 1956 – 2017). También dos pinturas de Marcia Schvartz (Buenos Aires, 1955), figura central del arte argentino contemporáneo.
La tarea realizada durante este año atípico por el Comité de Adquisiciones del museo coordinado por Elena Nofal y creado en 2012, contó con un presupuesto de 130 mil dólares.
El video (Outros) Fundamentos (2017-2019) de Aline Motta, artista brasileña afrodescendiente, presenta un archivo visual realizado en Nigeria sobre la diáspora africana y la esclavitud en Brasil. La obra fue mostrada este año durante el ciclo «Pensar todo de nuevo» de la galería Rolf Art.
Por otro lado, del pionero de la fotografía latinoamericana Martín Chambi (Perú), se suma con dos fotografías históricas en formato postal de Machu Pichu (entre 1924-1928). Estas postales complementan las obras de la tradición prehispánica y dialogan con creaciones de Joaquín Torres-García, Rafael Gurvich y Leandro Katz, expuestas en el núcleo «Arte moderno y pensamiento autóctono» de la muestra «Latinoamérica al sur del Sur», actualmente en exhibición.
Continuando con el objetivo de representar las culturas prehispánicas e integrar a los artistas indígenas en la historiografía del arte latinoamericano, el Malba incorporará 21 dibujos del artista de la comunidad yanomami Sheroanawe Hakihi?we (Sheroana, Amazonas), entre ellos «Conjunto de Frutas de Selva» (2018 y otro de 2019) y «Thoo thotho» («Lianas para mecerse»), realizados sobre papel de caña.
«Genera un discurso sobre la espacialidad y la manera de representar que son muy propios de su propia visión no occidental de lo que es el dibujo -explicó hoy la directora del museo, Gabriela Rangel-. Con este artista el museo inicia una línea de pensamiento no occidental, que forma parte de nuestro pensamiento y se inserta en la colección de manera muy natural en el arte contemporáneo».
Incorpora cinco monocopias de la serie Bocanada (1993), de la artista rosarina Graciela Sacco con su obra más representativa. Tres copias fueron compradas por el Comité de Adquisiciones y otras dos donadas (esfuerzo conjunto de la familia de la artista, tres coleccionistas y la galería Rolf). «Junto con las obras -piezas únicas y originales de época- también se suma una vasta documentación, registros fotográficos, bibliografía y diferentes soportes de la intervención», indican.
«Completa un ciclo de obras que tiene que ver con lo político y el lenguaje y el activismo», según Rangel.
Las dos pinturas de Marcia Schvartz «Sola» (2004, pintura sobre arpillera) y «Tardecitas de Cataluña» (1980), se suman a la otra obra que tiene el museo. Considerada una artista clave de la escena local con presencia internacional, y un lenguaje expresivo propio desarrollado a través del dibujo y la pintura, amplía «el núcleo de una artista mujer, que refleja el contexto social y político argentino». Con un discurso pictórico de peso en el presente, según refiere Rangel, se conecta con las obras de Xul Solar y Antonio Berni del acervo.
La selección de obras fue realizada por consenso para determinar la adquisición anual, sobre las obras propuestas por el Comité Artístico integrado por los curadores Gonzalo Aguilar, Andrea Giunta, Julieta González, Natalia Majluf, Octavio Zaya y la propia directora artística del museo Gabriela Rangel.
Entre los criterios de selección de las obras se consideran: «el perfil latinoamericano de la colección para mejorar la representación por países, incorporación de piezas históricas y artistas clave que completen el acervo fundacional, diversidad de soportes, vínculo con otras obras y narrativas del presente y a actualización de la colección», informa el museo.