Ecléctica y diversa, la moda latinoamericana y los diseñadores sustentables de Argentina hacen de ambos términos un mundo propio, traduciendo los valores de la sostenibilidad con una admirable creatividad. En un país donde los recursos textiles no abundan, la nueva generación de diseñadores ha demostrado su gran capacidad de resiliencia y poder de adaptación, trabajando con los materiales que tienen a su alcance, transformándolos y elevándolos para ser reconocidos a nivel internacional.

A diferencia de otros países donde el legado ancestral tiene más peso y presencia en el trabajo de sus representantes, los diseñadores sustentables de Argentina se diferencian por su creatividad, su flexibilidad y su inventiva, para crear piezas utilizando únicamente los recursos disponibles. A la hora de hablar de la identidad de los diseñadores de moda de Argentina aparece la diversidad en un primer momento, una mezcla de estilos donde distintas estéticas conviven, desde quienes re-versionan el imaginario del ‘Gaucho Argentino’, hasta quienes interpretan sus ideas de manera única y poco convencional.

Experta en moldería zero-waste y una producción consciente, sensible y responsable, Lucía Chaín lleva adelante la marca que lleva su apellido con el fin de realizar prendas sin género y sustentables. Para Chain, la marca argentina de moda sustentable, el cuidado del medioambiente y el bienestar de los animales son ejes fundamentales de su trabajo, por eso utiliza telas de origen natural (no animal), que luego tiñe con tintes naturales que provienen del descarte vegetal en cada una de sus colecciones. Todos los recursos que se necesitan para crear las prendas son valiosos, desde el tiempo de confección, la mano de obra, los materiales hasta las ideas, que son fundadas en la historia familiar de la diseñadora argentina. Su última colección fue creada en denim, en colaboración con Alpargatas Argentina, de manera sustentable, democrática, inclusiva y completamente única.

 

Cada una de las prendas de Nous Étudions lleva consigo un fuerte mensaje: la moda sustentable y vegana latinoamericana existe y se afirma en el mundo. La estética minimalista y experimental, y sus prendas volumétricas con bases de sastrería hicieron de Nous Étudions, la firma creada por Romina Cardillo, la primera marca latina en ser semi-finalista del premio LVMH, el reconocimiento que la empresa internacional le hace a los nuevos talentos. Recientemente incorporó una línea de prendas básicas llamada Elemental, que siguen los lineamientos éticos y conscientes de Nous en prendas más accesibles, duraderas y listas para llevar en el día a día.

 

Detrás de Garciabello, la firma que ondea la bandera del suprareciclaje, se encuentra Juliana García Bello, la diseñadora argentina radicada en Países Bajos. La nostalgia, el trabajo colaborativo en comunidad y el valor afectivo que tiene la ropa se trasladan a cada una de las piezas creadas por la diseñadora oriunda de Tierra del Fuego, quien maneja con certeza el arte de encontrarle un nuevo sentido a la basura textil. Aquí el foco está puesto sobre la economía circular, donde el buen uso de los recursos y los materiales se reflejan en los valores y las técnicas del suprareciclaje.

 

El imaginario del ‘Gaucho Argentino’ fue el punto de partida en el que la estilista y diseñadora Victoria Sanchez se apoyó para crear Bolazo Argentina. Con su mirada moderna y sensual logra reinterpretar las piezas más tradicionales en prendas que elevan los sentidos y nos invitan a viajar. La clave del trabajo de esta firma está en el desarrollo textil artesanal. Todas las telas son de origen natural y son pintadas a mano, generando diversas texturas que le agregan calidez y cercanía a cada una de las prendas.

 

 

De líneas simples, sutiles y elegantes, los abrigos tejidos de Manto exudan el lujo de los saberes ancestrales de las comunidades del noroeste argentino. En cada uno de sus prendas, Clara de la Torre y Diana Dai Chee Chaug, creadoras de la marca, conjugan las técnicas textiles tradicionales de las comunidades originarias y los hilados de la región con su estética contemporánea con visión internacional. El compromiso que Manto asume en cada una de sus piezas es social, cultural y económico. El comercio justo y la continuidad del legado ancestral son los aspectos más sobresalientes del trabajo de esta firma.

 

Warmi es más que una firma de tejidos sustentables, es una historia de resiliencia y perseverancia. Luego de casi 100 años de abandono, la Hilandería Warmi recuperó su presencia en la región andina argentina, donde reúne el trabajo de alrededor de 80 familias de la zona, que pertenecen a comunidades originarias. Así, esta empresa textil reconoce el valor que esta industria tiene para promover, a través del trabajo y comercio justo, la independencia económica de las personas que allí trabajan. De la misma manera busca que cada acción que realizan tenga un impacto positivo, desde lo social, lo ambiental y lo económico. Cada una de sus prendas son elaboradas con los más altos estándares de calidad y de manera sostenible, asegurando su perpetuidad.

 

Silobag:Transforma descartes industriales en ecoproductosdentro de la industria de la moda. Incluyecalzado, bolsos, mochilas, carteras, cartucheras hechas con silobolsas. “Tomar como materia prima un material que ya existe y fue descartado. Reinventarlo. Reutilizarlo, dándole una nueva vida. Potenciando sus características al máximo y evitando el uso de materias primas vírgenes que consumen recursos naturales”, explicó Cinthia Fehling, directora creativa. IG: silobags

Fuente: Vogue/ Infobae.