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Las adecuadas pautas higiénicas ayudan a que nuestro perro tenga un mejor estado sanitario y, además, conseguimos fijar rutinas que ayudarán a que su comportamiento sea más estable.

Aquello con lo que no está sociabilizado el cachorro no lo aceptará fácilmente, pero si lo hacemos de manera positiva, sin apuro, convirtiéndolo en rutina agradable y «divertida», el no sólo se dejara cepillar, sino que lo disfrutara.

 Baños

La higiene de un cachorro aportará salud, bienestar y estabilidad en el comportamiento. Para aprovechar de estos beneficios debemos conocer sus rutinas, cómo aplicarlas, qué aportan y, sobre todo, debemos tener presente que las aceptará si somos constantes y las acompañamos con cariño y paciencia.

En referencia a la higiene de cachorros, podemos encontrar desde propietarios obsesionados con ella, hasta aquellos que resultan ser absolutamente despreocupados.

El cachorro no necesita bañarse todos los días ni perfumarse constantemente si ayudamos con un buen cepillado frecuente, retirando el pelo muerto y favoreciendo la salida del pelo nuevo.

Cortes

Los cortes de pelo pueden llevarse a cabo por cuestiones puramente estéticas y realizadas por un profesional (peluquero canino), deben desestimarse los rapados caseros por el peligro real para la salud y la imagen del perro.

Para determinar un corte de pelo en el cachorro debemos tener en cuenta las características del pelo y subpelo, la climatología y el estilo de vida, los requerimientos estéticos que marque el estándar y el gusto del propietario.

El corte de pelo, en definitiva, no es ni bueno ni malo: sus perjuicios o beneficios dependerán de por qué se haga, de quién lo realice y de la actitud de los propietarios ante el cambio de aspecto del cachorro.

También los órganos de los sentidos y sus estructuras adyacentes, han de ser tenidos en cuenta en las rutinas higiénicas, como ojos, oídos y orejas, la boca.

El peluquero canino debe informar cualquier anormalidad física o cambio de conducta encontrada en los cachorros para que sus propietarios lo lleven al profesional veterinario y este determine qué tratamiento seguir.

El peluquero canino no solamente resuelve una cuestión estética sino que entabla una relación de confianza, cariño y comprensión con cada cachorro y esta complicidad es claramente observable por el propietario ya que un perro es parte de la familia.

Sugerencias

El propietario tiene que observar y volcar las dudas que tenga respecto a cómo darle a su cachorro una excelente calidad de vida.

Es responsabilidad del peluquero canino escuchar y acordar aplicando su experiencia al momento de tratar el cachorro, dado que no siempre se puede resolver el estado sanitario del manto de un cachorro como desearía propietario, por tanto se deben escuchar las sugerencias del profesional.

 

CREDITO: Rubén Fabio Valdi – «La Bonifacia Kennel»