“Hay que buscar dentro de la palabra amar la solución a los problemas de la educación”

El director de la Academia Belgrano, especializada en preparación al ingreso a medicina pasó por los micrófonos de “Con Aire de TODA”, para comentar algunos aspectos de la experiencia de la virtualidad en la educación, ante este contexto de pandemia.

Respecto a cómo modificó la rutina de los educadores este abrupto paso a la virtualidad, Villar Toricelli destacó su experiencia particular, muy diferente a la situación de los docentes en general: “Felizmente esta pandemia nos agarró preparados en el sentido de la virtualidad: desde el 2005 estamos probando interacción con alumnos en el entorno virtual., y en el año 2018, ya estábamos trabajando en una plataforma virtual, capacitando profesores e incorporando soporte y recursos de Internet para facilitar el aprendizaje de los alumnos que venían desde el interior, sacando parte de cursado presencial y reemplazándolo por cursado virtual” .

Sin embargo, el educador señaló que “La mayoría de los docentes echaron mano a las tecnologías de la información de un día para el otro, y nadie se vuelve experto de esa manera, de hecho yo mismo tengo experiencia y sin embargo aún debo seguir capacitándome. Tampoco los alumnos han tenido tiempo de ubicarse, no solamente porque debieron trabajar en soledad, sino que ademas eran muy poco conocedores de las herramientas de aprendizaje en la virtualidad. Muchos nunca habían entrado a un entorno virtual y menos a una clase por videoconferencia”.

En este sentido, El director de la academia Belgrano brindó su punto de vista para poder llevar adelante esta nueva etapa de enseñanza: “es importante recuperar la conexión docente/alumnos, fuera de la presencialidad. El uso de las cámaras web ayuda, allí el profesor debe trabajar mucho en su gestualidad, para que el alumno pueda sentirlo cerca. Tenemos que restablecer la conexión emocional: el profesor debe tener el don para empujar a sus alumnos desde la sorpresa, tratando de poner un titulo, una imagen o algún recurso que rompa el hielo para motivarlos. Es importante sacar al alumno de su zona de confort: el cambio genera aprendizaje. Hay que buscar dentro de la palabra amar la solución a los problemas de la educación, movilizar al alumno desde el amor, y llevarlo a una posición de querer amar aprender, por su propia voluntad. La imposición del aprendizaje no va más, el docente tiene que movilizar al estudiante, no aburrirlo.

Para poder lograr esta movilización, Villar Toricelli destacó la idea de aprendizaje colaborativo como una buena estrategia: “se busca generar una situación problemática y que los alumnos grupalmente busquen una solución: necesitamos que trabajen en equipo, aprendiendo a entender la sinergia: de 5 mentes salen 12 soluciones. Estos modelos son los utilizados en países pioneros donde los docentes están capacitados para enseñar al alumno a investigar, proponer y criticar, como educadores no podemos centrarnos en que tenemos la verdad. La educación no esta cambiando al mismo ritmo que la tecnología y la cultura, y si hablábamos de que sin cambio no hay aprendizaje, eso quiere decir que la educación no esta aprendiendo. Igualmente, las modificaciones siempre deben hacerse en un marco institucional y en marco de la situación cultural de la persona, porque no es lo mismo enseñar en cada contexto.

 

Fuente: Entrevista en «Con Aire de TODA»

Aire de Santa Fe 91.1

 

 

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