Mariela Pallero es la referente del automovilismo en Santa Fe. Con una pasión propia, y compartida con su papá, se hizo camino dentro del periodismo santafesino.
Mariela creció entre boxes, mecánicos y pilotos. Por eso, su pasión por el automovilismo más que una herencia es parte de su propia historia. Pese a que desde muy chica acompañó a su papá, Ricardo Pallero, a hacer notas y relatar las carreras, su camino en el periodismo llegó después de estudiar Ingeniería en Sistemas.
“De chica quería estudiar algo vinculado a la medicina. Mi abuela tomaba unos remedios y yo jugaba a revisarla y dárselos”, recordó. Pero la adolescencia la llevó por otros caminos. A los 14 años hizo un curso de modelaje y cuando terminó la secundaria se inscribió en la universidad.
“La verdad es que al periodismo no lo tenía como un futuro. Vino después, con los años, fundamentalmente cuando compartí con mi papá muchos viajes. Ahí me di cuenta de que estaba estudiando ingeniería pero que le estaba errando”, contó y siguió: “En 1996 ya trabajaba como analista en Buenos Aires y mi viejo se fue a Europa a seguir la carrera de Norberto Fontana. Él hacía prensa de Fórmula 3 Sudamericana y yo trabajaba como analista también ahí. Así que lo reemplacé haciendo los partes de prensa”.
Después de eso, el mundo de la ingeniería dio lugar a la verdadera profesión de Mariela, esa que podía combinar sus pasiones. De regreso en Santa Fe tuvo la oportunidad de aprender de dos grandes: su papá y Enzo Volken. “Comencé grabándome, grabando a mi viejo cuando viajaba, pasando el clasificador, la agenda. Mientras me grababa mi viejo y Enzo me escuchaban”, relató. Así fue perfeccionando su propio estilo.
TS- ¿Cómo marcó tu papá tu carrera?
MP- Mi viejo fue mi maestro, mi mentor, el que me dio consejos de las cosas que no tenía que hacer. El resto se aprende más allá del estudio. Una no se recibe de periodista y sale a la calle a hacer notas. Así que empecé de a poco…
TS- ¿Cuándo fue la primera vez que te sentiste periodista?
MP- En 1998 volví de Buenos Aires porque no quería trabajar más como analista y empecé a hacer periodismo en Santa Fe. El primer laburo por fuera de mi viejo fue en FOX. Siempre había estado muy cuidada en la radio y el canal pero ahí en FOX me di cuenta de que tenía que valerme diferente. Ahí entendí que no le había errado y que todo lo que conocía lo podía plasmar en otro lugar que no era mío, en el que estaba como empleada. Pero creo que desde que volví a Santa Fe a ser periodista, a formarme y a laburar, ya estaba con muchas ganas. Yo siempre miré al automovilismo como un posible futuro. Primero me veía como analista en sistema o ingeniera. Pero mezclando los temas me di cuenta, cuando puse un grabador o me senté frente a la máquina de escribir, que yo quería hacer periodismo.
TS- ¿El apellido pesa?
MP- El apellido no pesa pero exige. Mi viejo es reconocido lo que no implica que sea famoso. Hay un montón de historias con el apellido y yo sentí que no tenía que defraudarlo. Es un desafío. No lo siento como algo pesado, lo aproveché. Hice lo que a mí me gustaba, la pasión de mi viejo y mi pasión. Pero lo hice a mi modo. Siempre respetando consejos, más allá del laburo como periodista, como mujer dentro del ambiente. Porque recién ahora el periodismo deportivo se abre a las mujeres y mi viejo le tenía mucho miedo a eso. Pero yo crecí en un autódromo.
TS- ¿Cómo es ser una mujer en el ambiente del automovilismo?
MP- Cuando era más chica la pasaba bárbaro porque iba con mi viejo a todos lados y me hice amiga de mucha gente. Al principio estuve muy cuidada. Con el tiempo todos entendieron que, además de ser hija de Ricardo, era una periodista más. Terminé siendo alguien a quien respetan, buscan para comer y dan oportunidades. De a poco fui buscando espacios sin perder la posición de mujer, para mí fue muy importante porque es lo que me diferenció pero eso no implica que tenga privilegios. Hoy me tienen en cuenta. Pero no hay que olvidarse que, si bien hay confianza y se pueden compartir cosas, no es una relación de amistad.
Mariela es feliz con su trabajo pero no descartó la idea de emprender otros caminos. “Siempre pienso en la posibilidad de hacer otro tipo de periodismo. Quizás un magazine… o algo de plantas que es mi hobby (risas)”, contó la mujer que, con su propio estilo, se abrió camino en un mundo donde aún mandan los hombres.
“En FOX me di cuenta de que tenía que valerme diferente. Ahí entendí que no le había errado y que todo lo que conocía lo podía plasmar en otro lugar.”
“De a poco fui buscando espacios sin perder la posición de mujer, para mí fue muy importante porque es lo que me diferenció.”
“Hice lo que a mí me gustaba, la pasión de mi viejo y mi pasión. Pero lo hice a mi modo.”
Crédito: Victoria Rodríguez
Fotos: Pablo Aguirre