Hay un eje siempre que nos signa, nos atraviesa, que permanece latente aún cuando nos corremos. De un modo u otro ese impulso esencial nos persigue y nos guía. En María Laura Pacitti, escultora y grabadora, ese eje es el tiempo y no importa si es en el plano o en el volumen, él aparece, la abarca y la representa.
TS: “El tiempo es la imagen en movimiento de la eternidad inmóvil”, palabras de Platón que trascienden en tu obra.
MLP: Así es, ya en 2004 comencé a trabajar el concepto del tiempo y fue desde entonces un hilo conductor en toda mi obra. Cuando trabajé con árboles por ejemplo que es el concepto de la vida y el ser, el dejar huella y marca, elegí la xilografía, que tiene que ver con el devastar la madera, también eso es muy simbólico. Para representar el tiempo, corto el árbol para contar los anillos que son su tiempo de vida y me sucedió que cuando presenté las primeras obras del tiempo me preguntaron: ¿cuántos años tiene este árbol? No lo había pensado y al contar los anillos eran 7 y me encantó, porque ese número es muy simbólico, quiero decir, son elementos que aparecen y aumentan el sentido de la obra, elementos que uno coloca en forma consciente o inconsciente, que tienen que ver con motivaciones internas es justamente ahí donde cierra el concepto del tiempo.
TS: ¿Dónde ponés valor en tu propio tiempo?
MLP: En las cosas que me gustan.
TS: ¿Pensás que si algo no te gusta es perder el tiempo?
MLP: No, no es pérdida porque es parte de mi tiempo también.
TS: ¿Qué encontrás en el grabado que no en otra técnica?
MLP: Me gusta la síntesis de la forma porque si bien hay cierta figuración, es como que voy a la esencia de esa forma, es una imagen más pregnante, es bien contrastante, blanco, negro y el color.
TS: ¿Y la escultura?
MLP: Bueno, hice el Profesorado Superior en escultura y la obra de mayor formato que trabajé fue el monumento escultórico que se hizo en torno de un concurso organizado por el grupo Renacer formado por padres que han perdido a sus hijos y esta obra está emplazada en la costanera.
Ahora bien, estoy más abocada al grabado pero el espacio sigue apareciendo, hago objetos con grabados, incorporo también cerámica que es el volumen y es donde la técnica y el material vuelven a la obra más simbólica y otra vez el tiempo, porque trabajar con una técnica nuestra como es la cerámica bruñida, ahumada, está remitiendo a lo humano. Hice una muestra que llamé “impresiones y huellas” y justamente cuestionaba si uno en este tiempo, en este transcurrir, quiere dejar impresiones o huellas, porque el arte está relacionado íntimamente con la vida, porque se crea a partir de lo que uno vive. Y ahora tengo ganas de volver a mi primer amor, la escultura, y junto a dos amigos escultores estamos programando tallar madera o piedra.
TS: ¿Tus amigos son artistas también?
MLP: Generalmente sí, aunque tengo otros que no lo son, pero me gusta hablar con mis amigos artistas de la producción de cada uno, porque el artista es muy solitario y tener la mirada de quien ya conoce tu recorrido te ayuda, porque son amigos pero de los que si no les gusta lo que hacés te lo dicen y eso es muy positivo.
TS: ¿Necesariamente la vida del artista es solitaria?
MLP: Depende de cada uno cuan solitaria puede ser la vida, podés estar con alguien y estar solo. Yo estudié otras carreras antes, en realidad siempre sentí que quería ser artista, pero bueno, terminé el secundario, estudié un año de psicología, ahí quería empezar Bellas Artes, pero tampoco fue en ese momento, estudié terapia ocupacional varios años y después me di cuenta de que no estaba haciendo lo que realmente me gustaba. Y muchas veces tuve aprendizajes importantes de la vida a partir de la muerte, entonces, a raíz de dos pérdidas que tuve en ese momento, es como que me surgieron esas preguntas existenciales, y si yo me muero mañana ¿hasta hoy fui feliz? O ¿me gusta lo que hago? Y bueno fue ahí que dejé la carrera, empecé artes visuales y ahí es como que renací.
“En la producción de fotos de tapa me divertí mucho y además el teatro era algo pendiente para mí. Me di cuenta que la “chica charleston” tenía mucho de mí, Luciana me sacó la ficha en ese primer encuentro que tuvimos, porque yo soy así, muy loca”
María Laura nos define con lenguaje visual…
1) La chica charleston: movimiento, de línea sensible, policromática y tridimensional.
2) Luciana Brunetti intervenida por tu obra: pregnante, síntesis, calidez y estilizada.
3) Maria Laura Pacitti: abstracción figurativa.
CREDITOS: Marisa Ramos
FOTOS: Pablo Aguirre
MAQUILLAJE: Mariana Gerosa
Agradecimiento: Sastrería Teatro Municipal