El Presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe, Luis Rubeo, nos recibe en su despacho en una de las jornadas más calurosas de este intenso verano santafesino. En un diálogo enfático e ininterrumpido repasa su trayectoria política desde sus orígenes a los trece años en el Nacional Nº1 de Rosario hasta hoy. Sus treinta y tres años de militancia, sin dudas, han reafirmado su decir seguro y convincente con el que nos guía en este recorte de su historia.
TS- ¿Por qué empezaste a militar?
LR- Bueno, primero porque en mi casa hablar del peronismo y de las cuestiones que estaban vinculadas a la actividad política eran una cosa cotidiana, los hijos participan de las conversaciones de la actividad que hace el padre y en mi casa se conversaba de esto. Yo a veces me pongo a recordar hechos que he vivido desde muy jovencito en mi vida militante. Viví, por ejemplo, toda la etapa de la Constitución del Frente del año ‘63, el Frente Justicialista de Liberación Nacional, que terminó siendo el Frejuli. Y empecé a militar apenas comencé la escuela secundaria, en el ADES, que era la Asociación Nacional de Estudiantes Secundarios, y eso después se reconvirtió en la Juventud Secundaria Peronista (JSP). Fui electo presidente del Centro de Estudiantes en el Nacional Nº1 de Rosario y luego en la Constancio C. Vigil, así que siempre estuve vinculado a la actividad política.
TS- ¿Qué vino luego?
LR- En el ’76 yo me anoto en Derecho, viene el golpe de marzo del ’76, a nosotros nos vuelan nuestra casa el 26 de julio del ’76, veníamos con problemas desde antes del golpe militar, porque mi viejo en la Cámara de Diputados de la Nación había tenido una actitud bastante enfrentada a los sectores que estaban vinculados al Loperreguismo. Así que nosotros ya veníamos con conflictos dentro del propio justicialismo. Cuando vuelan la casa, mi padre toma la decisión a las 48 hrs. y se va del país, nosotros nos fuimos con mi madre y con mi hermana, viajamos el 30 de septiembre de 1976, hicimos todo un periplo por Italia, estuvimos de octubre a enero allá, pero yo me quería volver, ya estaba de novio con la que es hoy mi mujer, o sea que te estoy hablando de hace un montón de años, llevo 36 años de casado, consigo laburo en un hotel en Mar del Plata, así que la vengo a buscar a mi mujer esa noche y al otro día viajamos para Mar del Plata.
TS- ¿Considerás que transitaste muchos años de la vida justicialista?
LR- Empecé a militar a los 13 años y siempre participe en la vida interna del justicialismo, conozco todos los estadíos por eso cuando me hablan de algunos de los dirigentes, muchos hablan del ’83 en adelante, muchos actores políticos del ’76 hasta el ’83 no existieron, muchos llegan después de lo que fue el proceso de la dictadura, cuando comienza en el año ’82 y la convocatoria a los partidos políticos.
TS- Hablando de historia política y de militancia ¿cómo ves el surgimiento de nuevos candidatos socialmente conocidos pero sin sustento o trayectoria política?
LR- Me parece que, por un deterioro de la actividad que nosotros hacemos y por una falla, no de la política, sino de los políticos, les hemos dado posibilidad a que personas notorias en otras actividades terminen teniendo notoriedad en la vida política, que no tienen nada que ver con la misma y aparecen como novedad pero vienen totalmente desprovistos de compromiso ideológico, de militancia política, de formación, yo no lo comparto, por eso nunca milité con Carlos Reutemann.
TS- ¿Cuál es el recuerdo más emotivo que tenés de tu vida política?
LR- Uno cuando empecé la actividad militante y fui electo presidente del centro de Estudiantes en la Constancio C. Vigil sobre un padrón de 300 votantes y saqué 235 votos, competimos contra la Juventud Socialista de ese momento, no pensaba que íbamos a sacar tantos votos y la verdad que me llenó de mucha alegría y lo otro te diría que tiene que ver con algo mucho más reciente, cuando fui electo presidente de la cámara, yo nunca lo perseguí. De ese hecho tengo una muy linda foto en mi casa, que después que yo salgo electo con todas las formalidades que te vienen a saludar, y en esa foto yo le estoy dando un beso a mi mujer, porque tiene mucho que ver en la vida política mía, la tengo puesta en un marco en mi casa, les había dicho “déjenme que la salude a mi mujer que tiene mucho que ver con esto”.
TS- ¿Siempre fue tu terreno la actividad parlamentaria?
LR- Sí, yo debuto en el ’87 con 30 años, arranco siendo presidente del bloque del Peronismo en el concejo de la ciudad de Rosario y empiezo en una actividad que, para mí, era totalmente novedosa, no sabía lo que era una ordenanza, un proyecto de comunicación, ni lo que era una minuta y eso me permitió conocer la actividad parlamentaria, yo me siento muy cómodo en ella, creo que la aprendí y la conozco.
TS- ¿Considerás que esta coexistencia de la Cámara con un color político distinto al del Ejecutivo es una construcción que han hecho desde los dos Poderes?
LR- Sí, creo que es una construcción de las dos partes, porque hay una actitud distinta de Antonio Bonfatti de la que tenía Hermes Binner, Binner no me convocó jamás siendo presidente del bloque por el Frente para la Victoria. Antonio Bonfatti es un hombre distinto, te llama, te consulta, en algunas cosas coincidimos, en otras no. Yo puedo tener visiones distintas, puedo dar mi opinión, puedo tener actitudes críticas, que las digo, pero en la práctica la responsabilidad de gobierno es de ellos. Nosotros lo que tenemos que tratar de garantizar es que ese gobierno funcione y es lo que hemos hecho.
TS- ¿En qué pensás cuando inicias cada jornada laboral?
LR- Cuando me siento en este escritorio lo hago pensando que soy el Presidente de la Cámara, que soy el presidente de cincuenta diputados y que tengo que tratar que las cosas funcionen, que la cámara produzca y la verdad que en el año 2013, año electoral, primarias y generales, la cámara funcionó normalmente: tuvimos 24 sesiones, se presentaron más de 1300 iniciativas de las cuales se trataron 900, de las que 240 fueron Proyectos de Ley. Así que en ese sentido, tuvimos 18 ó 20 reuniones con funcionarios, con ministros, con secretarios, con directores. La cámara funcionó con normalidad.
TS- ¿Cómo se vuelve a ser gobierno de la provincia?
LR- Yo sostengo que el Justicialismo, para volver a ser gobierno de Santa Fe, lo tiene que hacer mejorando la calidad de la política, mejorando la calidad de la propuesta, llevando adelante una representación política que vuelva a enamorar a los santafesinos y que entiendan que nosotros podemos ser una alternativa de gobierno mucho mejor de la que está, no porque al otro le vaya mal me va a ir bien a mí, yo no comparto esa idea, yo no soy de esa manera, pero sé que me puede ir mal en mi vida política, a lo mejor dentro de unos años, por supuesto que en el 2015 no tengo intenciones de irme a mi casa, pero puede ser que la gente me mande de acá para mi casa.
TS- ¿Cuál es tu valoración de la gestión del gobierno nacional?
LR- La valoración del gobierno nacional si uno la toma mirando los diez años que han transcurrido es altamente positiva, porque tenemos que pensar que nosotros veníamos de una etapa donde la Argentina estaba casi al borde de la disolución nacional, donde teníamos conflictos notorios, donde veníamos de recorrer el 19 y 20 de diciembre, tuvimos montones de muertos en la república, estaba el país en un caos, cinco presidentes en una semana. Y después, a partir de la llegada de Néstor Kirchner al gobierno nacional, se dio lo que nosotros entendíamos que está vinculado con la historia más rica del Peronismo, lo que significa haber revalorizado determinadas cosas que han modificado, desde mi punto de vista para bien, la vida de los argentinos, yo lo miro como positivo. Tiene deudas, por supuesto, le faltan materias por cumplir, obviamente, existe una amplísima brecha entre los sectores que están marginados y que hay que incorporarlos a la sociedad, por supuesto. Pero miremos dónde estamos, a nosotros no nos pueden hacer cargo de la historia de los últimos cien años de este país.
TS- Bien, ¿Cuándo descansás?
LR- Normalmente el día domingo, que lo dedico para mi familia y trato de no trabajar salvo en períodos electorales que no tengo descanso. La verdad es que yo me siento muy a gusto con la actividad que hago, la política me llena de alegría, me da motivación, me genera muchísima adrenalina y tengo la suerte de tener una familia que me acompaña en ese sentido. Yo ya soy un hombre que tengo 56 años y empecé a militar a los 13 así que hace 33 años que me dedico a esto. Cuando uno lo dice, a veces, algunos compañeros que están conmigo me dicen que no tengo que decirlo porque dicen: ¡ehh está este tipo todavía en la política! Es mi vida que querés que le haga, no la puedo negar.
CRÉDITOS: Marcelo Jorge
FOTOS: Juan Manuel Casco