¿Dónde reside el mérito de un pintor para que logre capturar en un lienzo algo con absoluta veracidad? Nosotros creemos que está en el talento innato pero, también, en la manera de percibir el color, la luz, los volúmenes y los matices.
Y es que pocos son los pintores privilegiados que saben trabajar con el óleo de la manera hiperrealista que lo hace Leng Jun. Si no fuera por la modernidad que destilan sus retratos de mujeres de hoy, podría ser perfectamente de la escuela de Miguel Ángel o Caravaggio.
Observar los retratos del artista chino Leng Jun es observar fotografías de contornos e iluminación suaves que parecen capturas oníricas a juzgar por el increíble nivel de detalles que hay en los cabellos, los rostros y las texturas de las ropas que pueden olerse, pueden tocarse.
Nacido en 1963, en sus retratos de mujeres contemporáneas, puede apreciarse la influencia del mundo occidental.
Interesado en la pintura desde una edad temprana, experimentó con pintura al óleo mientras realizaba sus estudios de secundaria; aunque en ese momento no había pinturas al óleo disponibles en China, un amigo le dio algunos colores para que empezara a practicar con ellos.
Estos primeros experimentos calaron hondo en su manera de crear, por lo que continuó sus estudios con un flujo constante de información de Occidente que lo ayudó a moldearlo como persona y a moldearlo como pintor.
Leng explica como influyó la occidentalización en su proceso creativo, “Las personas como yo que nacimos en la década de 1960, fuimos adolescentes en el momento en el que formamos nuestra visión del mundo; esa fue una gran oportunidad ya que, si miramos hacia atrás, la reforma y la apertura de miras salvaron el alma de nuestra generación».
“En ese momento, la información proveniente de Occidente contribuyó enormemente a la iluminación de nuestra gente y sentó una base muy sólida para mis creaciones posteriores».
Aunque ya era muy respetado como artista, fue su pintura al óleo de 2004 titulada Mona Lisa la que hizo que su trabajo fuera reconocido a nivel mundial.
Este retrato fotorrealista de una mujer, se basó en los principios de la pintura icónica de Leonardo da Vinci, pero representa a una mujer moderna; esta obra abrió las puertas de una serie de retratos fotorrealistas de mujeres, cada uno mejor que el anterior.
Si bien hay críticas abiertas por el hecho de que estas obras se parecen demasiado a fotografías y se duda de que realmente lo sean, Leng sostiene que cualquiera que vea las pinturas en persona no será engañado, podrá apreciar que es óleo perfectamente ejecutado.
A Leng le gusta llevar su arte al límite e intenta equilibrar la habilidad técnica con la capacidad de llenar de emoción sus pinturas con las miradas perdidas de sus protagonistas.
Nosotros hemos quedado realmente impresionados por la verdad que hay en su técnica y la verdad que hay en lo que cuenta, el artista que pinta los retratos más realistas del mundo.
Fuente: De Luiki Alonso para Cultura Inquieta.