Una de las tendencias decorativas que está pisando más fuerte en nuestro país y en todo el mundo, es lo que se conoce como estilo industrial. La incorporación de nuevos tipos de viviendas al mercado y la necesidad de adaptar espacios “distintos” para usarlos como lugar de residencia, han provocado la aparición de un look más urbano, más descontracturado y con posibilidades absolutamente personales en decoración.
Esta tendencia es ideal tanto para espacios pequeños como para “lofts” y casas antiguas con techos altos. En estos casos lo habitual es reconvertir el espacio pero manteniendo los elementos estructurales esenciales. Habitaciones amplias y neutras, colores fríos y pocos elementos decorativos, son la esencia de este estilo.
Las viviendas decoradas con elementos industriales combinan materiales como el metal, el cemento, el aluminio o el vidrio, mientras que la madera suele aparecer con frecuencia en el mobiliario en forma laqueada o decapada, de colores blanco, negro o pasteles. Estilos semejantes resultan confortables para aquellos que prefieren las formas geométricas puras, las líneas rectas y, sobre todo, el orden de lo simple, ya que los elementos ornamentales son la mínima expresión.
Las casas en las que predomina esta tendencia suelen presentar una doble altura a través de la instalación de una escalera de material metálico y madera, inspirada en las antiguas naves industriales. Si los techos son altos, seguramente la vivienda dispondrá de grandes ventanales en los que debe evitarse el uso de cortinas muy recargadas.
Para entender aún más de esta estética tan actual es necesario hacer un poco de historia.
Los “lofts” surgen en la ciudad de NuevaYork en los años ‘50, principalmente en tres de sus barrios: Tribeca, Soho y el Barrio Oeste. Estas zonas fueron las grandes protagonistas de una industria floreciente y más tarde olvidada.
La necesidad de grandes espacios y las rentas elevadas de pisos y apartamentos hizo que las fábricas y almacenes en desuso cobraran un gran protagonismo para ciertos sectores de la población. En un principio los utilizaron estudiantes y artistas de una forma más o menos clandestina; con el tiempo fueron rehabilitados y adaptados a restaurantes, tiendas, estudios de pintura o fotográficos y galerías de arte. Rápidamente su uso se trasladó al ámbito doméstico, convirtiéndose en viviendas de lujo, espaciosas y confortables que invitan a la calma. En la actualidad, las viviendas tipo loft se han convertido en todo un fenómeno social que se traduce en una forma de vida vanguardista y de alto nivel.
Nuestro país se ha visto influenciado desde fines de los ‘90 por esta tendencia, acompañada particularmente por la recuperación de zonas portuarias (Puerto Madero en Buenos Aires, costanera y puerto de Rosario y hoy en nuestra propia ciudad).
No sólo se pueden encontrar lofts adaptados como amplios departamentos, sino que también son la solución perfecta para artistas o estudiantes que requieren de un espacio amplio para diseñar, crear y montar todas sus obras. Es por esto que también muchos de los lofts existentes a lo largo del mundo están siendo utilizados como modernas galerías de arte y espacios de trabajo.
Todo esto ha hecho que el rubro inmobiliario esté desarrollando un nuevo mercado, construyendo edificios diseñados especialmente para ser utilizados como lofts.
Estas nuevas tendencias aluden al mismo estilo arquitectónico de luminosidad, sin divisiones, pero respondiendo a la vanguardia, moda y lo último en lujo y estilo, dirigidos a un público que cuenta con recursos económicos sostenibles y que está al tanto de las nuevas tendencias, tanto tecnológicas como estilísticas, siendo sus viviendas un claro reflejo de aquello.
En definitiva, el estilo industrial deja de lado los elementos decorativos para darle mayor protagonismo a la arquitectura de la vivienda (vigas y tuberías exteriores por mencionar algunos ejemplos). Aun así, los mercados de segunda mano y antigüedades pueden ser el lugar ideal para encontrar los elementos que encajen con este estilo, como lámparas o muebles de oficina antiguos, elementos de uso fabril y detalles de todo tipo que podemos encontrar esperando ser descubiertos en cualquier depósito o galpón.
TIPS
- En este estilo, los acabados y las terminaciones son dados principalmente por los materiales de la misma construcción en estado aparente.
- Es una vivienda abierta y sin muros.
- Funcionalidad en el mobiliario en todos los aspectos pero sin renunciar al confort.
- Que haya una altura considerable en los techos o de no haberla, que se cree sensaciones de altura a través de la decoración.
- Que haya ausencia de puertas, utilizando preferentemente puertas corredizas en caso de ser necesario, la división de espacios es creada por cambios de nivel, texturas y colores.
- El sistema constructivo predominante son los marcos rígidos, constituidos por trabes y columnas de hormigón y/o hacer, cuya función sea cubrir grandes claros con uso de poco material y la sustitución de tabiques por otros elementos divisorios como muebles (sillones, bibliotecas o una barra de cocina), paneles de madera o vidrio, iluminación y hasta obras de arte.
- Los espacios deben estar inundados por luz natural: ventanas, vanos amplios, espejos.
- Continuidad espacial visual conseguida mediante el mismo piso.
CRÉDITOS: Gustavo Wedertz
FOTOS: Espacio diseñado por Nanci Garay y Pablo Brusa. Vidriera contemporánea.