Donde priman los detalles
Una tendencia en la actualidad es integrar la cocina, el estar y el comedor para conformar un espacio donde compartir todos los quehaceres diurnos y donde la familia se pueda reunir y mantener mayor contacto. Atrás quedaron aquellos espacios pequeños, oscuros y fragmentados, múltiples habitaciones que ahora se pueden unir y hacer de ello un lugar luminoso y familiar.
Uno de los puntos a tener en cuenta cuando planificamos nuestra casa es la manera de integrar espacios. El problema que se presenta para decorar estos espacios cuando decidimos integrarlos, en la mayoría de los casos, es la imposibilidad de mezclar distintos estilos. Por lo tanto, el desafío está en cómo darle identidad a estos espacios sin que desentonen creando un hilo conductor que los vincule.
Otro problema a la hora de pensar cocinas integradas es que son muy bellas, pero a veces no muy prácticas, pues siempre pueden quedar olores, y además hay que mantenerlas muy prolijas para que no tengamos la sensación de desorden y suciedad. En este caso hay que hacer un verdadero estudio de posibilidades y apoyarse en la tecnología que es la aliada perfecta a la hora de simplificar: A pesar de estas consideraciones especiales, es difícil renunciar a la idea de espacios más diáfanos y comunicados.
Si encontramos algo en una habitación que se puede conectar con un elemento de otra habitación, esto nos hará sentir a gusto, estables, y nos dará la sensación de fluidés entre las habitaciones. Esto es la base la hora de pensar ambientes integrados. Como las funciones muchas veces se mezclan es mejor buscar algo neutral; se puede lograr eligiendo un color de base, los mismos lustres a la hora de utilizar mobiliario de madera, y fundamentalmente un único piso que los unifique y de continuidad y amplitud.
Como lo expliqué en una publicación anterior, el espacio de la cocina es un gran núcleo por donde ocurren gran parte de las actividades de la vivienda.
En esta vivienda que tome como ejemplo, la vinculación cocina, estar y patio fue vital a la hora de pensar en la ambientación.
Una decoración donde priman los detalles y con una cuota de funcionalidad no menos importante rige en estos espacios. Grandes ventanas que permiten el ingreso de luz natural son el nexo indiscutible con el exterior. Se vinculan colores, texturas, siendo el verde de la naturaleza protagonista en el interior.
Una cocina simple, con muebles de madera natural en lustre tabaco se recorta sobre una cáscara de revestiremos neutros en un mismo color pero de diferente formato. Una mesada de apoyo de granito natural “gris mara” es el marco para electrodomésticos de acero inoxidable.
Una barra desayunador es la vinculación entre esta cocina y el estar, que tiene como foco un sillón de líneas actuales el cual combina símil cuero beige y lino gris. La elección de los almohadones que lo acompañan le da una impronta muy personal tanto como la alfombra que sectoriza el lugar.
Un mueble diseñado y hecho a medida que combinan placas de construcción en seco, con maderas lustradas y laqueadas en colores neutros, se destaca sobre el fondo de una pared oscura en tonalidad gris tostado y contiene el sistema de audio y tv.
En resumen:
Es esencial tener bien claro que la integración de dos ambientes implica el fusionar dos conceptos en uno solo.
Otro aspecto es el elegir un mismo estilo en la decoración de ambos ambientes. La clave es conseguir una esencia acogedora y agradable, que propicie la armonía y la sensación de bienestar.
Si se fusiona la cocina con el comedor o el estar, es importante que en la primera siempre esté todo ordenado y tanto los electrodomésticos como el mobiliario sean simples y nada llamativos.
Para realizar una separación virtual entre espacios integrados, puedes emplear colores o revestimientos. Un recurso acertado a estos fines es utilizar alfombras.
A su vez, ambos espacios tienen que tener elementos que aporten coherencia, como puede ser el estilo de los muebles, el color, el piso, todos tienen que ser de la misma línea.
Otro detalle importante a tener en cuenta es que la integración no derive en confusión o superposición de funciones sino que cada espacio mantenga su funcionalidad particular. Los accesorios y muebles tienen que ser siempre los adecuados para cada uso.