La madera natural fue uno de los materiales elegidos por las vanguardias de mitad de siglo pasado para expresar todo su esplendor; organicismo, racionalismo. Incluso, las versiones más localistas del estilo Internacional privilegiaron este material dentro de todas sus propuestas arquitectónicas y de diseño equipacional.

 

El estilo Mid Century presume de la belleza natural de la madera en el mobiliario, en los revestimientos y en lo estructural de su arquitectura. Básicamente, la vivienda se adapta a la naturaleza y tiene especial importancia el uso de elementos materiales que de ella provienen —sin dejar de lado, y por el contrario— aportando al mundo del diseño todos aquellos innovadores productos de la industrialización.

El diseño simple es uno de los rasgos clave de los muebles pensados en la posguerra, donde se evolucionó desde un estilo ornamentado hasta una estética elegante y la vez sencilla, características que fueron adoptadas por todas estas corrientes.

La madera, como el elemento base de la decoración, deviene del afán por volver la mirada hacia lo natural, algo que no es ajeno en nuestros días de vorágine y que después de este tiempo de necesario encierro volvimos a descubrir.

Estas nuevas formas de mirar nuestra casa nos llevan a repensar los espacios que habitamos, a generar lugares más confortables y de mayor funcionalidad, pero también a conectarlos con lo esencial de las personas, sus gustos, sus deseos.

La vivienda que mostramos tiene características actuales. Resume en todos los rasgos de su ambientación una evidente elección de la madera como elemento conductor del diseño, una propuesta que marca características cada vez más elegidas por los diseñadores de estos tiempos; está presente mayormente en el mobiliario, pero en este caso también resuelve el cielorraso y las cabreadas que sostiene el techo. Divide y sectoriza espacios virtualmente, siempre respetando la belleza dada por sus vetas y color original.

El mobiliario es funcional, si bien su base es la madera podemos encontrarnos con melaminas que la sustituyen de una manera fiel, tanto por sus acabados y colores, como por su resistencia. Se eligió combinarla también con otras superficies de acabado símil concreto para aportar contraste y robustez.

Si bien los diseños en ciertas ocasiones están inspirados en formas de otras épocas, esta manera de actualizarlos con los materiales y resignificarlos aporta gran calidad de diseño haciendo guiños al pasado más que a las modas que solo pasan. Se parte de muebles originarios de la época en que se inspira la tendencia, lo que suelen denominarse clásicos modernos, aunque lo más común es la utilización de un mobiliario que podríamos denominar retro, inspirados en el estilo Internacional.

La apuesta por la geometría, ya sea en las líneas de los muebles, textiles y tapices, hasta en los elementos de la decoración, es fundamental, sin dejar de lado lo orgánico en muchas formas. Por lo general, son formas grandes que no saturan, sino que aportan contrastes. También es esencial la elección de color que acompaña en este caso, los grises son contenedores de tonos cálidos y pasteles que juegan entre los rosas y las terracotas, que son tendencia en estos últimos dos años.

El contacto con la naturaleza está dado por la iluminación natural que brindan los grandes ventanales que acompañan esta elección de cielorraso, y que fluye en cantidad por todo el espacio.

Al principio dijimos que esta estética de ambientación se destaca por su simpleza, característica que va de la mano de su necesidad de acercarse a la naturaleza. Conectar el interior con el exterior de tu casa es la premisa, y el desafío es lograrlo con las materialidades correctas, colores y luz natural.

 

 

Texto: Gustavo Wedertz

Nombre de sección: Interiorismo

Edición: N° 83

 

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