La noche de las luciérnagas (fragmento)
(…) Salté las paredes mentirosas del club Del
9, aunque eran bastante altas me pude colgar
bien del tapial raspando las puntas de las zapatillas.
No sé por qué se me dio por escalar el tapial,
cuando podría haber saltado por el portón de entrada
que era más fácil y más bajo. Pero fue una de esas
pocas veces en que me sentí fuerte.
Estaba seguro de que ese era el lugar para encontrarnos.
La cité acá, en lapileta del club Del 9,
o en lo que quedaba de la pileta. No sabía si ella
iba a venir, pero yo esperaba ansioso que sí.
El club estaba abandonado hacía tiempo.
Ya no tenía ni el más mínimo esplendor que
tuvo en nuestra infancia y adolescencia. Estaba
partido, vacío, saqueado, herrumbrado,
era un club desaparecido. Un club repleto de
viejos fantasmas, que guardaba aún entre esas
paredes todo lo que alguna vez fuimos y que
seguramente ahora compartían los flamantes
fantasmas del Pula y el Tu Sam. Me pregunto
qué se dirán cuando se encuentren, qué le
dirá el fantasma joven y calentito del Pula a
mi fantasma adolescente ya frío, qué se dirán
cuando se miren a los ojos, ¿se sentarán a jugar
un chinchón con una sangría y a mirar a las
chicas, camuflados en anteojos de sol como dos
viejos amigos perdonados? ¿Existe el rencor
entre fantasmas? Y cuando se encuentren los
tres, ¿harán el saludo ritual de palmadas en las
espaldas achinando los ojos? ¿Sabrá mi fantasma
adolescente quiénes son los nuevos fantasmas
del Pula y el Tu Sam? ¿O solo yo voy a verlos,
ahora que estoy también un poco muerto? (…)
Lo que inspira Franco
Beatriz Vignoli(Poeta) dice: Mandarinas, de Franco Rosso (Tostado, Santa Fe, 1979) narra en varios niveles cómo hay cosas que son una y se separan o se separan porque estaban destinadas a reunirse.Dedica páginas a detallar diversos estilos de comer esta fruta de patio, de gente humilde, con el mismo esmero descriptivo que otorgaba Juan José Saer al salamín en La vuelta completa. Mandarinas es como un extenso poema donde nada de lo narrativo deja de estar subrayado a nivel simbólico. Todo el relato parece un largo sueño. Además de su complejidad metafórica, su solar atmósfera nostálgica o la redondez de su estructura, lo hace creíble, disfrutabley la pasión de sus dos personajes centrales, que van eliminando cada obstáculo a su paso, como en un juego.
Texto: Franco Rosso
Libro: Mandarinas (frag. Cap)
Editorial: e(m)r (Editorial Municipal de Rosario), 2019.
Nombre de sección: Inspiraciones
Edición: N° 75