“No se puede hacer algo por afuera de quien sos”, señala Giovi Novello mientras revuelve un café doble en un bar santafesino. Para él no hay distancia entre esencia e imagen, entre interioridad y acción. Músico desde que lo recuerda y activista trans desde hace cuatro años, expresa lo que es en sus creaciones. Con un libro recién publicado y una gira próxima por Europa con su banda, él está hallando su lugar, que es a la vez el de muchos. “Creo que el amor está en la construcción de la identidad y en poder encontrar comunidad en eso”.

“La música es algo que yo traje conmigo”. Giovi Novello relata así la ausencia de antecedentes musicales en su familia. Esa familia “nómada” formada por papá Dino, mamá Marta y dos hermanas mayores, Anto y Orne, que dividía sus días entre Argentina e Italia. Pero en ese ejercicio de escarbar entre los recuerdos, aparece el nono Armando, papá de su papá, quien “cantaba a capella canciones inventadas”. “Escribía en albanes y poco. Componía y se grababa en casettes. De hecho a cada nieto nos hizo una canción cuando nacimos. Yo pasaba mucho tiempo con él”.

Como ese abuelo, un pre escolarizado Giovi componía canciones. “Tarareaba la melodía y a la letra la repetía para recordar. Todo en mi cabeza, inventado. No tenía ningún instrumento ni sabía tocar. A los seis años le dije a mi papá que quería tocar la guitarra y me respondió que capaz para mi cumpleaños o para navidad podíamos conseguir una”. Giovi recuerda algunas dificultades y mucha insistencia hasta que llegó su primera guitarra, una criolla azul. Con ella buscó hacer la música que le mostraba la televisión. “Me acuerdo que veía los videos de Blink 182 y me obsesionaba pensar todo ese mundo”. A los 12 años ya formaba parte de una banda punk en la que componía aunque no cantaba. “El cantante era varón. Había cierta comodidad para mí en eso, ya que escribía en masculino y no tenía que explicar por qué. Nunca me salió escribir una canción que hable en femenino”.

Más adelante, iniciada su transición, formó la banda Vomitan Glitter, su actual proyecto y con el que en breve recorrerá países europeos. Allí, en una gira en la que se unen su música y la presentación del libro “El secreto más profundo”, volverá a enlazar punk y militancia. “¿Por qué punk siempre?. Cuando era chico porque lo sentía así, sin buscarle tanta explicación. Después cuando fui más grande muchas veces lo pensé y me parece que es el estilo que más iba de la mano con lo que yo escribía, lo que yo pensaba y la incomodidad de todo un sistema que me dejaba afuera. Ahora en Vomitan Glitter hablo de lo que me pasa. Compongo desde mi lugar de varón trans. No se puede hacer algo por fuera de quien sos”.

Defender el derecho a la identidad

“Cuando era chiquito pensaba: yo soy un varón pero ¿por qué no me veo así?”. Giovi no sabía cómo explicar ni a quien contar sus sensaciones. Ni siquiera conocía la existencia de realidades que, como la suya, clamaban por una identidad acorde a lo que sentían. Fue durante la pandemia cuando a través de internet encontró aquello que buscaba, aún sin poder nombrarlo. Así llegó a la agrupación Varones Trans de Rosario y los viajes comenzaron a hacerse frecuentes. “Ahí podía sostener los pronombres masculinos y contar lo que me pasaba”. Operaciones, hormonización, inyecciones de testosterona fueron conceptos que se incorporaron a sus conocimientos y a su vida. A esa vida anhelada desde siempre. “Fue un momento bisagra. Mi activismo empezó porque cuando yo me enteré, quise que se enteren todos. Empecé a transicionar y a hacer activismo a la vez. Sí, de mi círculo cercano perdí gente pero en el camino gané mucha más”.

“Hay algo del ocultamiento que nosotros traemos muy marcado”. La pregunta sobre el amor lleva a Giovi a observar su propia búsqueda en medio de un contexto. “Cuando miramos alrededor ninguna construcción de amor, de hogar, se nos asemeja. Hay algo dentro de la norma y del pacto cis en lo que nosotros no entramos y eso hace que sea más difícil”. Él hace mención a una profunda soledad; a un armado de identidad sin referencias, casi desde cero. “Pero las cosas cambian cuando la perspectiva cambia. Hoy yo me quiero rodear de personas que tengan la misma lectura que tengo yo. Que puedan encontrar amor en la construcción de identidad y poder armar comunidad en eso”. Como sociedad, entre tanto, nos cabe desaprender, cuestionar, informarnos. Y a veces empezar con lo que parece un granito de arena, “Que estemos en un medio contando con nuestra propia voz nuestras vivencias, ya es valioso”.

Sostener a las infancias

Una faceta especial de la militancia de Giovi tiene que ver con el acompañamiento a las niñeces trans. “Una de las cosas más crueles que naturalizamos las personas trans es que recién cuando somos grandes nos pueden empezar a escuchar. Tenés que naturalizar no tener infancia ni adolescencia, naturalizar que sea tu secreto, tu preocupación, tu dolor guardado hasta que seas grande y puedas decidir”. Para él ahí, y en la corta expectativa de vida en marcos oscurantistas, está el quiebre. “¿Por qué no acompañar a los niños para que tengan un paso como cualquier infancia por la escuela, el club, las amistades, los amores?”.

Al exponer públicamente su historia, familias de todo el país llegaron a él. Su propia vida y presente lo llevan a sostener la frase “Las infancias trans existen y nos necesitan”. Cuenta que los padres suelen traer dolor y vivencias que se reiteran. “Hay mucha soledad criando un niño trans”. Relata que hay miedo al error, dudas ante los comentarios. Él les sugiere escuchar a esos hijos y probar. Aclara que en las infancias no hay uso de hormonas ni intervenciones quirúrgicas; sólo un corte de pelo, un cambio de vestimenta. “Cuando tenés un hijo de cinco años que te está diciendo que se quiere morir para nacer de nuevo y nacer bien te empieza a dejar de importar lo que opinan los demás y probás”.

¿Qué pasa hoy con la militancia y el crecimiento de los discursos de odio?. Giovi siente que hay un paso hacia atrás en la defensa y validación de derechos y que la desinformación ocupa un lugar importante. “Se dicen mentiras como que las personas trans cobramos planes. Eso aunque no es verdad, por supuesto, indigna. Y todo ese odio recae sobre nosotros”. Señala que además de comentarios violentos hay críticas y amenazas, incluso a los padres. Pero nada paraliza la acción. “El propósito de esos discursos es desaparecernos. Porque si das información trans y tenés trescientas personas diciéndote de todo, eso hace que dudes en subir algo otra vez. Pero nada hizo que yo me guarde. Las personas trans tenemos un largo recorrido de seguir en las calles contra toda adversidad”.

Presente en construcción 

 

En abril 2024, la editorial Planeta publicó el libro escrito por Giovi “El secreto más profundo”. Ese momento clave no fue imaginado así al principio de la escritura. “Yo al libro lo escribí para no olvidarme lo que me había pasado. Tiene mucho que ver con los relatos de los niños trans que acompaño. Yo también pase por ahí”. El libro repasa sus vivencias desde los cinco años en adelante. Como continuación de una buena etapa, Universal convocó a Vomitan Glitter para su sello. Giovi siente muy mágico todo esto en una agrupación acostumbrada a lo autogestivo. Es que él, Julia Pagnutti y Mely Dville se encargaban de la totalidad del proceso involucrado con la banda. Y hoy hay manos externas que apoyan.

A Giovi lo espera ahora una gira que se inicia con la presentación del libro y show acústico en Barcelona y que sigue con otros lugares más actuaciones y charlas. El chico al que le encanta ver cine clásico, leer Paul Preciado y escuchar a Nicola Di Bari y a Bach; el que vive con su perro Kumberto, el que ama el silencio y la tranquilidad aunque sea una estrella punk, todavía se está adaptando a este presente. “Todo es tan grande que me cuesta pensar: ¡Qué groso lo que está pasando!. Lo vivo sin pensarlo tanto y lo recibo con los brazos abiertos”.

Texto: Julia Porta
Fotos: Alejandra López / Kenny Lemes
Producción Multiformatos Toda