Luego de un año de esperar su tratamiento, comenzó a fines de mayo el debate en la Cámara de Diputados, del proyecto de Ley Nacional «Cuidar en Igualdad»; y es una buena ocasión para hacernos una serie de preguntas: ¿Qué son los cuidados? ¿Cuidar es trabajo? Pero, si cuidar es un acto de amor, ¿por qué debería ser reconocido?

Los cuidados son un conjunto de tareas diarias que ejercen, en su mayoría, las mujeres de la familia sin días de franco, remuneración, ni reconocimiento alguno. Los trabajos más comunes como cocinar, limpiar, llevar a hijos e hijas a la escuela, hacer la tarea, organizar la compra del supermercado, llevar al médico a familiares que no pueden movilizarse, entre otras actividades, recaen exclusivamente en nosotras. Si a todas esas tareas se les suma un empleo remunerado, el esfuerzo se duplica al punto que, en la mayoría de los casos, debemos reducir horas, renunciar o negarnos a aceptar puestos jerárquicos para cumplir con las responsabilidades de cuidado que nuestro entorno requiere.

Así lo demuestra la última Encuesta de Uso del Tiempo: Las mujeres dedicamos 6,31 horas promedio por día a las tareas de cuidado, mientras que los varones solo 3,4 horas. Esto se traduce en que estos últimos tienen mayor tiempo para el trabajo remunerado y, por ende, mayores ingresos. Por eso, los salarios de las mujeres son un 28% menores en relación a los de los hombres.

Ninguna de nosotras nace sabiendo cómo hacer esas tareas. Sin embargo, desde el nacimiento, la sociedad nos capacita o nos invita a jugar a hacerlas desde niñas, con la excusa del amor o el supuesto instinto maternal. Es decir que, para la sociedad, hay tareas que por naturaleza nos salen mejor o que ya sabemos hacer por defecto.

Ahora, ¿qué ocurre con los varones que sí quieren realizar estas tareas? ¿O con quienes se encuentran en una situación en las que deben hacerse cargo de ellas? Hoy por hoy, no cuentan con los derechos suficientes para hacerlo, no tienen tiempo para poder practicar cómo se cuida. Por ende, nos encontramos ante una necesidad de urgencia: mujeres y varones necesitamos equiparar el tiempo que le dedicamos a las tareas de cuidado, y allí radica la importancia del actual proyecto de ley que se empezó a debatir.

En este sentido, es preciso que el Estado y el conjunto de la sociedad tengan como prioridad la distribución igualitaria del cuidado tomándolo como una problemática central; no solo por la importancia que tiene a la hora de garantizar la reproducción de la vida, sino porque este trabajo funciona como la base de las desigualdades que sufren las mujeres.

Poder tener una Ley Nacional que regule, fortalezca y jerarquice las políticas de cuidados permite sensibilizar a nuestra sociedad sobre la importancia de este trabajo, reconociendo que el cuidado no es un asunto privado, sino una responsabilidad social; y son las políticas públicas las que aseguran el acceso a ello como un derecho.

El cuidado es cuestión de Estado

¿Cómo se cuida en Santa Fe? ¿Quiénes cuidan? ¿Qué espacios existen? ¿Cómo invierte el Estado? Es en este sentido que, desde la provincia de Santa Fe, por una clara decisión política del gobernador Omar Perotti, venimos trabajando para revalorizar a quienes cuidan y a quienes reciben cuidados con la institucionalización del programa Cuidar Santa Fe.

Durante este período, hemos establecido la Mesa Interministerial de Políticas de Cuidado para abordar la problemática en todas las áreas gubernamentales. Además, creamos el Registro de Espacios de Cuidados, identificando 2.525 unidades estatales, privadas y comunitarias en toda la provincia. Estamos colaborando con el sector privado para construir espacios amigables con la lactancia en áreas industriales, brindando no sólo a las mujeres trabajadoras un entorno adecuado durante ese período, sino además fortaleciendo la nutrición de los y las bebés lactantes.

Adicionalmente, hemos recopilado estadísticas y datos propios para nuestra provincia. En asociación con ONU Mujeres y OIT, hemos realizado un estudio de inversión pública en infraestructura de cuidados, reconociendo su importancia económica y su impacto en el desarrollo productivo. También hemos incorporado en el presupuesto con perspectiva de género, la identificación de obras públicas que reduzcan las brechas de cuidado, mejorando directamente las condiciones de vida de quienes brindan y reciben cuidados.

Son días históricos para nuestro país, caminamos con más seguridad que nunca a esa Argentina igualitaria por la que trabajamos todos los días. Desde Santa Fe y para todo el país trabajaremos para que una distribución más justa de los cuidados sea ley.

 

Texto: María Florencia Marinaro

Fotos: Gentileza Ministerio de Igualdad, Género y Diversidad

Nombre de sección: Género y diversidad

Edición: N° 93