La historia de la humanidad está atravesada por la transformación constante del conocimiento, de la cambiante mirada sobre el mundo y la percepción de la realidad. En ese devenir, los paradigmas también fueron mutando hasta llegar a esta contemporaneidad, donde la curva parece haber tocado la orilla opuesta: el secreto para una vida plena parece abandonarla búsqueda en el exterior para instalarse en la percepción que cada persona pueda tener de sí.
En su paso por Santa Fe, el licenciado en psicología Lucas Malaisi removió las aguas calmas al arrojar una piedra que dejó anillos concéntricos buscando costas nuevas. El desafío es instalar una perspectiva diferente sobre la educación para transformar la conciencia personal y social. Se apasiona al hablar, signo deque ha encontrado su vocación y su sino: “la educación emocional es una estrategia educativa, que tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas a partir del desarrollo de habilidades emocionales. La inteligencia emocional es la responsable del 80% del éxito que tenemos en la vida”.
Al entender las emociones como estados internos que se generan a raíz de estímulos externos, siesos estímulos están viciados, las emociones tenderán a ser negativas. Malaisi, egresado de la Universidad Católica de Cuyo, lo explica con contundencia, al tiempo que destaca la importancia de conocer y manejar esos flujos emocionales: “la necesidad de recurrir a estos mecanismos obedece a que vivimos en una sociedad que presenta síntomas de estar enferma. Casos de violencia, abuso, corrupción, delincuencia, suicidio, depresión, el culto de la imagen,consumismo, bullying; son consecuencia de una mala gestión de las emociones, de un “analfabetismo emocional”, y eso se puede revertir a partir de un trabajo sostenido en el tiempo en escuelas donde se haga educación emocional”.
El joven profesional referente de la fundación “Educación Emocional” y autor de libros que abordan esta disciplina, señala que esta herramienta es reconocida científicamente y avalada por el máximo organismo internacional: “la Organización Mundial de la Salud ha propuesto, en reiteradas ocasiones, la necesidad de enseñar a desarrollar las 10 habilidades más importantes para la vida: saber tomar decisiones, saber resolver problemas, la capacidad de pensaren forma creativa, poder pensar de modo crítico, comunicarse en forma efectiva, habilidad para sostener relaciones interpersonales, conocimiento de sí mismo, capacidad de establecer empatía, capacidad para manejar las propias emociones y para dominar el estrés”.
Para llevara delante esta propuesta, Malaisi ha recorrido parte del mundo, especialmente Argentina y América, impartiendo capacitaciones y talleres que ofrece a través de su Fundación. En ese marco, llegó a Santa Fe a brindar una resonante disertación; auspiciado por la concejala Marcela Aeberhard, quien destacó que se encuentra abocada a promover una normativa municipal y provincial para que, tanto en los jardines municipales como en las escuelas primarias, se comiencen a dictar estas técnicas, pensando en las generaciones venideras. La edil también se entusiasma: “el objetivo es desarrollar, mediante la enseñanza formal,cada una de las habilidades emocionales. El mayor logro es aprender a identificar y expresar emociones y sentimientos, con un altísimo impacto en la calidad de vida, de la persona y de su comunidad de pertenencia”.
Con el propósito de difundir estas estrategias y perfeccionar la educación apunta a docentes, como primeros sujetos de formación: “el propio maestro debe conocer estas herramientas, en medio de un contexto desafiante. El segundo pilar es la familia. El tercero, es abordar el tema en las relaciones interpersonales y, el cuarto pilar, los alumnos, para que puedan conocerse y evitar el acceso a situaciones de conflicto. Por primera vez en la historia, el sistema educativo está quedando obsoleto por el avance de las nuevas tecnologías. Por eso, memorizar contenidos no tiene sentido. Lo que hay que lograr es que niños y jóvenes permanezcan sanos, fundamentalmente, que puedan conocerse a sí mismos y poder construir un proyecto de vida”.
El objetivo que se está persiguiendo es que se sancione una ley de Educación Emocional que regule y aplique estas herramientas “de un modo sistémico, sustentable y permanente, con fundamento científico y de seguimiento”, afirma Lucas Malaisi,y cierra: “el producto es la autonomía personal, se trata de una emancipación del círculo de la enfermedad, la inseguridad, el consumismo…” Se abre así un paradigma nuevo, lleno de desafíos donde la mayor conquista parece ser el territorio íntimo y emocional de cada persona.(
Para saber más: www.fundacioneducacionemocional.org
Texto: Fernando Marchi Schmidt
Fotos: Fabián Hernández
Nombre de sección: Educación y trabajo
Edición: Nº 66