Se trata del lanzamiento de la nueva colección de libros de poesía y narrativa de escritores y escritoras emergentes. Es una apuesta renovadora para los que comienzan a buscar un lugar dentro del mundo editorial.

El trabajo editorial implica abrir nuevos caminos que cubran diferentes expectativas, por eso, Editorial Palabrava inaugura la colección La punta del iceberg, que propone impulsar a autores y autoras emergentes de diferentes puntos del país y del extranjero.

 

«Creemos que estos libros son importantes para la construcción de una carrera literaria. Seguimos con la línea que caracteriza a la editorial: publicaciones de calidad con cuidado estético y énfasis en la difusión y distribución de la obra», destaca Patricia Severín, directora de la editorial.

 

La punta del iceberg presenta a diferentes creadores/as que encuentran en esta colección el espacio propicio para dar a luz sus producciones, enriqueciendo el mapa literario que a Editorial Palabrava le interesa visibilizar. Los dos primeros libros son: El mecanismo del beso (poesía), de Agustina Ferrand y Esa humedad que brilla en su pestaña (cuentos), de Laura Vizcay.

 

Palabrava continúa, además, con su colección Rosa de los vientos. Esta vez con la publicación del libro de poesía Tiene cuerpo el silencio, de la autora riojana Lucía Carmona, una de las voces más potentes y expresivas del noroeste argentino.

 

«Nuestros libros —ya sean físicos o ebooks—, son objetos artísticos. Es por ello que los presentamos potenciando su belleza, sobre todo en el arte de tapa. Los diseñadores se esmeran para encontrar propuestas originales», señala Severín.

 

 

Poesías y cuentos

Los poemas de El mecanismo del beso, de Agustina Ferrand (Santo Tomé, Santa Fe), proponen un viaje a través del deseo y del amor. Cuando los disfraces caen, la fragilidad se muestra en su cara más rotunda; es allí donde las grietas se abren y dejan al descubierto la necesidad, el grito, o a quienes se apela en este derrotero que es la vida. El eje del hablante poético se imprime sobre el nombre de Agustina, que es ella y otras y otros, anudados de una manera amorosa y feroz sobre la idea del amor, sobre la fantasía del amor, del deseo, esa hambre insaciable, como lo dice de forma brillante en el poema acto de fe.

 

 

 

 

Los cuentos de Esa humedad que brilla en su pestaña, de Laura Vizcay  (Reconquista, Santa Fe), nos remiten a un espacio donde todo es posible: encuentros y desencuentros, amores y amoríos, infidelidades y crímenes. En estas breves narraciones los lectores encontrarán una niña bellísima que nació con un rabo, una madre que junto a sus hijos se dirige al encuentro de su verdad familiar, una asmática que espía por la ventana a la que fuera su amiga, un suicida y un canario. En breves pinceladas la autora describe con habilidad y precisión la vida en pequeños mundos, y su mirada se detiene con singularidad ante lo imposible que, en su narrativa, siempre se vuelve verosímil.

 

 

 

 

 

Lucía Carmona, la poeta de Chilecito, en Tiene cuerpo el silencio, trabaja los matices de su tierra conjugados con su subjetividad. Hay un amor entrañable hacia su terruño, el fuego y los ancestros que amalgama con el amor, la ausencia, el origen. Una vibración surca la columna vertebral del libro e involucra a los lectores con preguntas sin respuestas. La ruptura que impulsa a la poeta a traducir en palabras su pedido, se sostiene en el deseo de la reparación cósmica; a ella invoca para que habite, definitivamente, su mundo cotidiano.

 

 

 

Estas dos colecciones, Rosa de los vientos y La punta del iceberg, serán las que trabajará la editorial en este 2021.

 

 

 

Texto: Mili López

Nombre de sección: Literatura

Edición: N° 83

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