La canción de la banda santafesina Cuaticuénticos “Hay secretos” puso en escena el tema del abuso infantil. En esta entrevista, la médica especialista, María Gabriela Ragogna,habla sobre la importancia de la prevención, de estar atentos y,fundamentalmente, de creer en lo que cuentan los niños y las niñas.

La mayoría de los abusos no se denuncian. Quedan en el silencio.Son esos secretos de los que habla la canción escrita por la integrante de Canticuénticos, Ruth Hillar. Se estima que solo el 10 por ciento de las niñas y niños denuncian los abusos sexuales, el 90 por ciento restante sigue siendo abusado, desprotegido, vulnerado.

Hay secretos livianitos que te llevan a volar /y hay secretos tan pesados que no dejan respirar.

“Siempre decimos que en abuso vemos el 10% del iceberg. Pero, qué pasa con el 90% de los chicos que son abusados y no lo estamos viendo. Eso es lo que tenemos que plantearnos ahora.Cuáles son los caminos de prevención del abuso. Fundamentalmente, nosotros hemos trabajado todo este tiempo con lo que es la atención secundaria. Es decir,asistir a los niños que ya fueron abusados. Después, está la atención terciaria, por medio de psicólogos, que implica reparar ese daño que te puede llevar toda la vida. Pero lo que nosotros queremos es hacer prevención primaria: es decir poder ayudar a los padres a educar a sus hijos para prevenir el abuso ¿cómo se previene? Es un tipo de educación para la cual no hay un protocolo. Pero debe ser de la misma manera que los padres explican a los chicos cómo cruzar la calle sin que los lleve por delante un camión. Deberían poder hablar con los chicos para que este tema no sea un tabú”.

…No se tienen que guardar los secretos que hacen mal…

“Los chicos tienen que saber que nadie tiene que hacerlos sentir incómodos. Que nadie tiene que decirles que tienen que guardar un secreto o que si les hacen un regalo no lo pueden contar.Los padres tienen que ser los receptores de cualquier incomodidad de los chicos. Si ellos reciben una caricia, una mirada, o alguna invitación que los haga sentir incómodos, rápidamente, que acudan a mamá o a papá. Hay que hablar sobre el tema desde chicos, porque hay que recordar que el abuso infantil empieza en edades muy tempranas y que el 90% se da en un marco intrafamiliar: padre, padrastro, abuelos, vecinos, amigos. Por lo general, el abusador hace creer que es especial dentro de sus hermanitos y de que esto que hace con él es único y es porque lo quiere más que a los otros. Que no le tiene que decir a los otros porque se van a poner celosos. Y, después, cuando el niño ya empieza a ver que esto le incomoda y que no es lo normal, que algo está mal, empieza toda la parte de amenazas “si vos le contás a alguien no te van a creer; si lo contás yo se lo voy a hacer a tu hermano o si vos lo contás yo me voy a ir atener que ir de casa y cómo van a vivir”. En algún punto, los niños entran en esa situación en la que sienten que la unión familiar depende de ellos y si cuentan lo que les pasa se quiebra la familia. Sienten culpa, por ejemplo, de quitarle el papá a su hermanita porque esa es la responsabilidad que asumen.Por eso se guardan tanto esos secretos”.

 Acá estoy, quiero ayudarte/Sé que decís la verdad/Ya no habrá que andar con miedo /porque te voy a cuidar.

 “La niña que habló ya empezó el proceso de curación. Lo pudo decir, ya hubo un quiebre y esa niña o niño ya tendrá gente que los ayude. Ya tienen una herramienta de fortaleza que es poder haber dicho lo que le pasa y eso es importante. Tenemos que estar más que atentos los médicos, los docentes. La escuela es un punto importante en la detección. Y, fundamentalmente, en casa. Siempre hay que estar atentos a lo que nos dicen. Los niños no mienten. No son capaces de inventar estas cosas como un abuso o una violación, en manos de un psicólogo no puede sostener una mentira inventada. Los chicos siempre dicen la verdad”.

Compromiso profesional

María Gabriela Ragogna es Tocoginecóloga, integra el Comité de los Derechos del Niño, filial Santa Fe y de la Sociedad Argentina de Ginecología Infantil-Juvenil. Paralelamente,trabaja en el Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia: “En el año 98-99 comenzamos a registrar los casos de abuso que observábamos en el Hospital. En ese entonces veíamos tres casos de abuso por mes. En el 2016, contabilizamos 10 casos denunciados por semana. Lo que ocurrió no fue que se multiplicaron los casos; sino que había una mejor apertura desde el médico para mirar dónde estaba el motivo de consulta. A diferencia del maltrato, el abuso infantil, en su gran mayoría, no deja marcas físicas. Por eso creemos que también es fundamental estar atentos, no sólo los padres, sino también los docentes, y nosotros los médicos”.

Texto: Guillermo Capoya

Producción audiovisual: Silvina Rodríguez Aguilera y Fabricio Sola, de Bichofeo Estudio

Nombre de sección: Maneras de sanar

Edición N°: 74

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