Cuenta la leyenda que la Vía Láctea era la senda que el apóstol Santiago trazó como atlas celestial para guiar a los peregrinos hasta su sepulcro. La etimología parece que se puso de acuerdo con la teoría, pues Compostela procede del latín ‘campus stelae’, campo de estrellas.
Los neo-peregrinos, además de la astrología, disponen de mapas, brújulas e incluso GPS, pero desde el año pasado hay otras estrellas que guían sus pasos, aunque no a años luz de distancia, sino que los dirigen a pie de ruta. Son los rostros que humanizan los murales que acoge Las Estrellas del Camino, la galería de arte más extensa del mundo.
Esta iniciativa artística, impulsada por Estrella Galicia, ya cosechó un gran éxito en la edición de 2021. Mon Devane fue el artífice de las obras que ilustran los últimos 140 kilómetros del Camino Francés. Este año la senda se expande bajo el cielo Xacobeo otros 230 kilómetros, para abarcar nueve etapas del Camino Portugués, desde Oporto hasta Compostela.
La estela de murales por la ruta Xacobea se extiende ahora por la senda del camino luso. La gallega Lula Goce y el portugués Daniel Eime han sido los encargados de retratar a los nueve protagonistas a los que se dedica en 2022 esta vasta muestra. Alternando sus obras a lo largo del itinerario, ambos muralistas establecen a través de sus trazos una conversación artística, para simbolizar el verdadero nexo de unión del proyecto: el diálogo y el hermanamiento entre Galicia y Portugal.
Los murales nos revelan el rostro, el nombre y la historia de resistencia de nueve personas cuyo compromiso y hospitalidad han sido indispensables para mantener intacto el espíritu que define al Camino. Entre ellos, un atleta de 74 años que ha hecho el Camino de ida y vuelta en múltiples ocasiones, una premiada pianista y gestora cultural, el “recuperador oficial” del Camino Portugués o el campanero que ha dado forma a las campanas de la Catedral de Santiago siguiendo la tradición familiar desde 1630.
Ana Matos, Moises y Vítor Baraça, Amândio de Sousa, Joaquim Sá, Andrea González, Felipe Graña, Tino Lores, Enrique Ocampo y Milagros González. Todos ellos forman parte, por derecho propio, de las páginas de la Historia del Camino, poniendo sus casas, pueblos y aldeas a disposición de los peregrinos que emprenden cada año este viaje inolvidable.
Entre todos tejen una red infinita de solidaridad, historias, encuentros e intercambios que nutren la esencia del Xacobeo. Tal contribución merecía un homenaje de grandes dimensiones, como el que ahora Estrella Galicia les dedica.
La experiencia nos dice que siempre habrá tantos caminos como peregrinos, pero la esencia de esta ruta histórica habita en el diálogo entre culturas y lenguas. Este recorrido se presta al descubrimiento y al autoconocimiento; en él cada piedra es un tesoro gracias al ingenio, la imaginación y la creatividad, como así atestigua la bonita iniciativa Las Estrellas del Camino.
Fuente: De Carlota Solarat para Cultura Inquieta.