Se convirtió en un certamen de renombre mundial que ven millones de personas cada año.
El reino animal es un lugar lleno de acción, esplendor y dramatismo. A veces, el comportamiento de las criaturas puede incluso llegar a ser muy divertido. Retratar y celebrar esos momentos más hilarantes es la idea detrás del concurso anual Comedy Wildlife Photography Awards (Premios de vida salvaje cómica).
El concurso nació en 2015 de la pasión por la vida salvaje de sus fundadores Paul Joynson-Hicks MBE y Tom Sullam, dos fotógrafos profesionales que querían crear un concurso centrado en el lado más ligero y humorístico de la fotografía de la vida salvaje como forma de promover su conservación.
En poco tiempo, se convirtió en un certamen de renombre mundial que ven millones de personas cada año, con la sostenibilidad en el centro. Se trata de un concurso gratuito, abierto a principiantes, aficionados y profesionales de la fotografía de la naturaleza.
Para la edición 2023, se eligieron 41 fotos finalistas, elegidas entre miles de trabajos presentados por fotógrafos profesionales y aficionados de todo el mundo.
Cada año, el concurso apoya a una organización de conservación sostenible y este año eligió al Whitley Fund for Nature (WFN), una organización benéfica del Reino Unido que apoya a los líderes de la conservación que trabajan en sus países de origen en todo el sur global.
Esta organización benéfica, que este año celebra su 30 aniversario, ha canalizado 24 millones de dólares a más de 200 conservacionistas en 80 países.
Los premios fotográficos Comedy Wildlife también ofrecen al público la oportunidad de votar por su foto divertida favorita y participar en un sorteo gratuito para ganar 500 libras esterlinas.
El 23 de noviembre se darán a conocer el ganador absoluto, los ganadores de cada categoría y los que hayan recibido una mención especial. La mejor imagen ganará un safari de una semana en el Masai Mara, Kenia, así como un trofeo único hecho a mano en el Art Garage de Dar es Salaam, Tanzania.
Las fotos incluyen un canguro tocando la guitarra, caballos bailando, una disputa familiar aviar y un búho sufriendo la “melancolía de los lunes”.
El resto de las fotos finalistas