Mientras transita sus primeros días como Diputada Provincial, asegura que seguir siendo mamá presente es una de sus prioridades. Con una vasta experiencia en el ámbito educativo, niñez y de la salud, se abre paso en la Legislatura Provincial con propuestas que se proponen mejorar la calidad de vida de la gente.

El primer tema que sale al encuentro en nuestro diálogo es su hijo Mirko y Azul, su hija por elección mutua. Le brillan los ojos cuando me cuenta sus deseos de continuar siendo una madre presente, como lo ha sido hasta ahora. Me cuenta que tiene días más largos que otros, pero que cuando llega a su hogar le gusta ser ama de casa. Si bien con Cristian, su marido desde hace catorce años, comparte las tareas, relata que de a poco se van acomodando a los nuevos horarios, acompañándose como es su costumbre. 

Betina es una fonoaudióloga que, hasta el año pasado, se sentía cómoda con su trabajo. Pero la propuesta de trabajar por y para otros desde otro lugar la movilizó y aceptó el desafío de iniciar su camino en la política desde una actitud respetuosa y comprometida.

TS —¿Cómo nace tu vínculo con la política?

BF —Hace 14 años que estoy con mi marido, Cristian Hoffmann, un apasionado de la política y mi gran compañero y apoyo en este camino. Hace 5 años que él empezó a construir un espacio propio abriéndose camino entre las grandes estructuras, junto a Luz Balbastro. Yo me sumé a participar desde lo técnico y aportando asesoramiento desde mi experiencia en la educación, niñez y la salud. El año pasado me llegó la propuesta de la candidatura y entendí que, además de experiencia, tenía muchas ideas para aportar y, sobretodo, muchas ganas de cambiar la realidad política. Por eso, decidí dejar mi zona de confort y asumir este rol para el que, afortunadamente, la ciudadanía nos eligió.

 

TS —¿Cómo han sido estos primeros meses?

BF —Resultaron agotadores, porque no hemos parado desde el 10 de diciembre. Estamos con las sesiones extraordinarias y tenemos al Gobernador esperando por una Ley de Necesidad que, desde nuestro espacio “Somos vida”, creemos que no es tan necesaria, y mucho menos por la manera en que es planteada, sin abordar los consensos y escuchar las voces de los distintos espacios con representación legislativa. Sentimos que durante estos dos meses y medio de gobierno está todo muy frenado y por eso seguimos trabajando, presentando proyectos de ley y pedidos de comunicación para que con nuestro aporte mejore la situación actual.

 

TS —¿Te sorprendieron los resultados de las elecciones?

BF —La realidad es que sí, tanto apoyo de los vecinos y vecinas nos sorprendió muchísimo. Finalmente logramos entrar seis diputados por nuestro espacio, Somos Vida. Hoy quedamos solas con Amalia Granata y lamento enormemente lo que pasó con nuestros cuatro compañeros que decidieron irse. Creo que hubiésemos sido un bloque muy fuerte que nos hubiera permitido posicionarnos como la tercera fuerza y aportar otra mirada en la Cámara. Pero muchas veces las ambiciones personales hacen desviar el objetivo del conjunto.

 

TS —¿cuál es el aporte de este nuevo espacio a la política santafesina?

BF —A partir del diálogo, buscamos el consenso. Tenemos una ideología pro-vida que nos marca y nos compromete, y esto hace que una parte de la sociedad nos mire raro, pero con Amalia estamos tratando de mostrar que, sobre todo con aquellas personas que defienden el aborto, nuestra diferencia puede estar en 

cómo concebimos la vida, pero seguramente habrá muchas políticas sociales en las que vamos a compartir e impulsar juntos. No hay duda de que hay cuestiones que no sólo podemos charlar con quienes piensan distinto que nosotras, sino también sobre las cuales podemos consensuar, construir y avanzar.

 

TS —¿Por qué creés que el debate por el aborto ha generado dos posturas tan antagónicas?

BF —Es un tema controversial y que genera mucha discordia. Es tan sensible porque tiene que ver, para nosotros, con el concepto que cada uno tienen sobre la vida y para otros es un tema de derecho de la mujer. Muchas veces se trata a nuestro espacio como los anti-derechos, los religiosos evangélicos o católicos, que no quieren la ESI, pero no es así, no es una cuestión religiosa y, por supuesto, queremos que haya educación sexual para evitar embarazos no deseados, noviazgos violentos y abusos. Lo que no queremos es la ESI con ideología de género ni que se busque imponer algunos conceptos. La educación en valores nos parece fundamental para que cada chico y chica empiece a ponerse en el lugar del otro y entender sus emociones. 

 

TS —¿Cuáles son los temas que te ocupan por estos días?

BF —Lo que más nos interesa es trabajar para que la gente tenga calidad en salud y educación. Eso conlleva a que tenga acceso al trabajo, sobre todo los más vulnerables y con mayores dificultades, porque, lamentablemente, hay un índice de pobreza muy grande en nuestra provincia y es ahí donde tenemos que apuntar. Uno de los principales proyectos que impulso tiene que ver con la alimentación y la lactancia materna. También nos piden que trabajemos el tema adopción, una problemática muy compleja que estamos estudiando. El desafío es que se cumpla la ley y los chicos que ingresan a los hogares estén como máximo seis meses que es lo estipulado por la ley. En ese tiempo es un juez el que tiene la responsabilidad de determinar el estado de adoptabilidad de un niño y entonces sí empezar a pensar en su vinculación con posibles padres adoptantes. Como contrasentido, los hogares están superpoblados de chicos y, a su vez, la lista de padres adoptantes es muy larga y lleva mucho tiempo concretar una adopción, con las ansiedades que esta espera genera en los chicos y en los padres adoptantes. Es un tema muy sensible que hay que abordar con respeto y coherencia, pero que hay que mejorar y agilizar los procedimientos.

 

TS —La educación es, sin dudas, uno de los temas más presentes en tu agenda.

BF —A pesar que me inicié profesionalmente en las áreas de salud, trabajé en centros de día, consultorio, hice rehabilitación y estimulación temprana. Sí, como a todos me preocupa el futuro de los niños y adolescentes. Trabajé durante 12 años en equipos psicopedagógicos de escuelas especiales y, simultáneamente, 6 años en un Hogar de la Subsecretaría d

ero no de las impuestas por decisiones políticas. En estos últimos 12 años se han vaciado las escuelas especiales con el fin de mostrar una estadística, y no pensando en la necesidad y beneficio niño o del adolescente y, muchas veces, solamente orientado a lo social. En las escuelas faltan profesionales que aborden las problemáticas de los chicos, que muchas veces tienen más relación con lo que viven en sus casa, o en la calle, que con problemas de aprendizaje pedagógico. Hay mucho por hacer en la educación.

e Niñez. Lo social es lo que más me identifica. También, la cuestión de la discapacidad. Estoy a favor de las inclusiones, p

TS —¿Cómo se llevan con Amalia Granata?

BF —Muy bien, nos respetamos mucho y tratamos de mantenernos unidas. Nosotros como equipo reconocemos el liderazgo en ella, que se ha transformado en una referencia a nivel nacional de los «pañuelos celestes». En lo personal, podemos charlar y consensuar. Me da espacio, es muy abierta y se hace fácil trabajar con ella. También es cierto que su visibilidad como figura pública nos favorece y favorece al partido, como así también nos facilita el contacto con la gente. Buscamos crecer como espacio político y que la gente nos conozca y sepa quiénes somos, qué queremos y quiénes nos acompañan. 

 

TS —¿Qué creés que te espera para estos cuatro años?

BF —Recién arranco y quiero vivir todo esto tranquila. Tengo mucho por aprender pero tengo un gran equipo que me respalda. Sé que tengo 4 años por delante para disfrutar de esta tarea y quiero hacerlo, con respeto y compromiso. Más allá de lo personal, tenemos un objetivo como grupo que es crecer y poder tener representantes de nuestro movimiento en toda la provincia pero, sobre todo, en las localidades del departamento La Capital, que es la principal responsabilidad de construcción territorial de nuestro equipo. Estando en este lugar, tenemos el poder de hacer las cosas y de hacerlas bien, para que se vea en los próximos resultados.

 

Texto: Belén Bustamante

Estilismo: Mariana Gerosa

Fotos: Ana Paula Ocampo

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