“Hay una generación que está empezando a cambiar la política”
Dice que es, ante todo, músico y luego político. Hoy es concejal. Llegó a la militancia después de darse cuenta de que la protesta vacía no lo llevaba a nada y había que involucrarse. Integró un grupo ganador como Revelación en Cosquín ’91. Pondera la horizontalidad que le dan las redes sociales al campo político. Cursó la escuela secundaria en la Nº 262 República Argentina, “donde los docentes abordaban siempre temas sociales”. En su página web se presenta así: tengo 41 años, soy técnico Superior en Marketing. Papá de Catriel y esposo de Luciana. Hijo de Graciela y Julio. Nacido y criado en Santa Fe.
TS —¿Cuándo considera que comenzó a militar?
FPDL —(Piensa mirando hacia arriba y aclara)… No vengo de familia con tradición política. En el año 2003, vivía en Las Islas Canarias (España), ya había estado antes allá, de hecho cumplí 15 años fuera del país y, en esta segunda etapa, me había ido por la crisis del país. En ese momento, estaba trabajando y haciendo un curso de marketing. Después de eso fue cuando volví a Argentina y me surgió la iniciativa de involucrarme. Estaba cansado de protestar y hacer nada, yo amo esta ciudad, mi hijo era chico, y pensaba qué le dejaba. A partir de eso, empecé a mirar las cosas con otros ojos.
Ese año había elecciones, Elisa Carrió —que estaba en el ARI—, llegó al Cine Teatro Luz y Fuerza, me gustó lo que escuché y afuera había mesas para inscribirse como fiscales, lo hice y así comenzó mi militancia. En ese entonces, había varios grupos internos en el partido, y por azar o circunstancias yo fui al que conducía Noelia Chiementín.
En el 2005 ya habíamos armado la Juventud del partido y, nuevamente, había elecciones. Noelia encabezó esa lista de candidatos a concejales y, de acuerdo a la carta orgánica del ARI, debía haber un representante de la juventud y ocupé el segundo lugar de la lista. Ganamos esa interna a dos grupos más que competían. En las generales, logramos una banca. En mi caso, estuve a un poco más de 1200 votos a acceder a una concejalía, fue una muy buena elección.
Cuando comenzó la gestión de Noelia, yo ayudaba, todavía mantenía mi trabajo en el sector privado y venía por las tardes al concejo. En 2007, cuando Jorge Henn fue presidente del concejo, llamó a varios representantes del Frente Progresista a colaborar y allí también estuve.
TS —¿Cuándo dejó de ser militante y comenzó a ser dirigente?
FPDL —En esta etapa en la que adquirí mayor responsabilidad dentro del grupo y comencé a tomar vuelo propio, sumado a un cambio generacional que se produjo en nuestro espacio, que hizo que un grupo de jóvenes tengamos que afrontar el desafío de la conducción partidaria. Es así que fui presidente de la departamental de la Coalición Cívica – ARI en La Capital. Además me toco ser candidato en varias ocasiones.
TS —¿Qué rol tienen las redes sociales en la política?
FPDL —No suplantan el encuentro cara a cara y, mucho menos, la reunión o la visita. Pero sí suman y brindan justamente horizontalidad al diálogo. Antes, para llegar a un concejal había que pasar por secretarios, asesores y demás. Hoy en día, las redes sociales están cambiando la forma de hacer política, porque generan cercanía con los ciudadanos, hacen que la comunicación sea horizontal, y permiten canalizar por una misma vía las distintas sugerencias y reclamos que la gente quiere expresar.
Día a día junto con mi equipo revisamos cada mensaje de todas las redes: whatsapp, instagram, twitter, o facebook. Además, intento plasmar todas mis actividades en ellas. Eso, sin lugar a dudas, es muy positivo. Yo, particularmente, lo tomo como un gran currículum vitae, porque allí está la historia de mi militancia política.
TS —¿Qué hace cuando deja de ser político?
FPDL —La política es pasión y no tiene horarios pero, más allá de eso, cuando estoy con mi familia o mis afectos, en ese poco tiempo, trato de potenciarlo y disfrutarlo al máximo, estar con mis viejos, con mis amigos, con mi hijo principalmente; son momentos que disfruto, y veo la importancia de la contención.
TS —¿Pero también músico?
PDL —Soy músico primero, luego político, toco instrumentos desde los 7 años y lo hice profesionalmente hasta los 20. Abandoné la música cuando comencé a estudiar marketing. Pero, decididamente, es parte de mi vida, toco guitarra, charango, cuatro venezolano, y varios instrumentos de cuerdas. Me gusta el folclore local y latinoamericano, la cumbia, la música clásica, el rock nacional. En 1991, con un grupo llamado Polimúsica ganamos Cosquín como revelación. Con esa formación me fui a vivir a Europa. Cuando volví fui parte de Americanto, también formado por jóvenes de la ciudad, entre ellos mi hermano del alma Horacio Castillo, y en los últimos años, con mi papá, hice canto lírico.
La música es parte fundamental de mi vida, me sigue a todos lados, cuando estoy con los cables cruzados, uso música. Es más, a la hora de hacer balances y poniendo en primer lugar el nacimiento de mi hijo, entre los momentos más importantes de mi vida, está haber ganado Cosquín. Ese día, la plaza Próspero Molina explotaba porque tocaba Horacio Guaraní, nos temblaba todo.
TS —En su gestión los derechos de tercera generación son un punto fundamental, ¿por qué optó por esa línea de trabajo?
FPDL —Siempre me interesó acompañar a la gente o brindarle información necesaria cuando se vulneran derechos, pero también nuestro espacio hay referentes como Pablo Javkin, Carlos Comi, Ariel Bermúdez que hicieron un fuerte trabajo en esta senda. Se pueden generar rápida y concretamente respuestas y, luego, movimientos, porque se pueden brindar herramientas. No se puede reclamar lo que no se conoce. Además, de esta forma, le damos a la ciudad un carácter más inclusivo, accesible y donde todos seamos parte para disfrutarla, en definitiva, una ciudad mejor planificada.
TS —Usted estuvo en el ejecutivo, en la Dirección de Derechos Ciudadanos.
FPDL —Sí, cuatro años, y una de las primeras decisiones que tomamos fue que nuestra oficina estuviera en un ámbito más amigable; antes para hacer un reclamo había que ir a un segundo piso en la terminal de ómnibus, inaccesible. Mudamos el área a un lugar más accesible, antes se atendía de 7:15 a 13, nosotros incorporamos el turno tarde y le dimos difusión a una línea gratuita de teléfono, una dirección de mail, herramientas de participación ciudadana. Ahora, desde el concejo impulsamos normas para fortalecer los derechos de los santafesinos y las santafesinas. Abordamos temas como el bullying y mediación escolar, que no son nuevos, sino que estaban, pero no incluidos en la agenda. Debemos involucrarnos para buscar soluciones, respuestas o caminos y generar políticas públicas sostenidas en el tiempo.
TS —Si encuentra al Franco Ponce de León que por primera vez empuñó una guitarra o al que por primera vez se fue a España, ¿qué le dice?
FPDL —Al que agarró la guitarra le diría que va a llegar lejos, yo no me imaginaba dónde estoy hoy a los 7 años. Y al que se fue a España por primera vez, le haría saber que las decisiones de vida lo llevan por diferentes lugares. Sin dudas, les diría que avancen. Yo cuando camino un barrio quiero volver a ese lugar, a la gente hay que decirle siempre la verdad. Creo que hay una generación que está empezando a cambiar la política.
Texto: Sergio Ferreyra
Fotos: Pablo Aguirre
Maquillaje: Mariana Gerosa
Nombre de sección: Perfiles y personajes
Edición: N° 68