“Nunca pierdo la calma”

Es uno de los periodistas más reconocidos, que devolvió el mundo mediático a la región, exponiéndolo en la pantalla televisiva. Los primeros años de su vida los pasó en la provincia de Entre Ríos, más tarde cursó su escuela secundaria en la ciudad de Santo Tomé. En otra etapa cursó la carrera de Técnico Superior en Comunicación Social, en el Instituto 12, de la ciudad de Santa Fe. Fue la cara visible del noticiero más influyente en su rubro durante muchos años. Hoy está sentado desde el 11 de diciembre de 2015 en una banca del senado provincial, por el Frente Progresista, Cívico y Social, representando al departamento La Capital; pero busca convertirse en concejal en las próximas elecciones generales.

Sin embargo, no fue el primer periodista del canal más masivo de estas latitudes que se transformó en un caminante de la senda política. Antes que él estuvieron: Enrique Mutis, Juan Carlos Bettanin, Marta Fasino y Eduardo González Riaño.

El bar céntrico elegido para la entrevista está tranquilo, en la mesa hay café y facturas, y se acciona el grabador, previa charla de protocolo.

 

TS— ¿A qué jugaba cuando era chico?

EJ— Jugaba y pensaba que iba a ser relojero (hace un silencio breve y mira al frente), desarmaba todos los aparatos que encontraba y los volvía a armar (gesticula mientras habla e intenta representar un círculo).

TS— ¿Cuál cree que es el origen de ese oficio?

EJ— Viene de mi viejo (hace otro gesto con una de sus manos apuntando su dedo pulgar hacia atrás, representando una especie de pasado), él era relojero. El tiempo tiene mucho que ver en la vida de las personas, en todo sentido, el tiempo pone las cosas en su lugar (reflexiona).

 

En ese momento de la entrevista pasaba una mujer por la vereda, aparentemente distraída, aunque desde afuera era imposible no ver la escena de la entrevista. La transeúnte reconoció a Jatón y lo saludó levantando la mano, lo que fue correspondido por el candidato. Esta escena se repitió por lo menos siete veces en el transcurso de la entrevista.

 

TS— ¿Qué lo acompaña de su niñez actualmente, físico o imaginario?

EJ— Sigo volviendo a los lugares que transitaba cuando era chico, camino, ando por las mismas veredas, recupero sitios.

TS— ¿Qué le devuelve eso, nostalgia, paz, alegría?

EJ— Me devuelve paz, tranquilidad y recuerdos, creo que las personas también somos el pasado de cada uno, porque con esos elementos también se construye nuestro presente. Hay que darle importancia a lo que pasó, siempre. Es una forma de construir lo que viene.

TS— ¿Qué clase de alumno era en la escuela primaria?

EJ— Era buen alumno, seguía y obedecía mucho lo que me decían los maestros o los más grandes, sabía observar esas cosas, les daba mucha importancia pero, sobre todo, me llenaba de valores que me enseñaban, eso me ayudó mucho en el trabajo.

TS— ¿Era líder de sus grados o sus cursos, representaba sus intereses colectivos?

EJ— No, era parte de todos grupos que integraba, eso es muy importante, me sentía dentro de lo que pasaba, pero no lideraba, era su par, me identificaba con lo que les pasaba a todos, acompañaba todos los procesos.

 

Claramente, Jatón, elige de la forma más certera de significado con sus palabras, dice exactamente lo que quiere decir para transmitir eso y nada más. Sus frases son cortas y explícitas, lo que automáticamente transforma sus respuestas en seguras. En ningún momento se permite dudar de lo que dice.

 

TS— ¿En la escuela secundaria cambió su modo de relacionarse?

EJ— Un poco, pero no tanto, con el paso del tiempo me empecé a involucrar más en los problemas o las situaciones que se nos presentaban en los cursos y colaboraba para buscar soluciones a los problemas.

TS— ¿Cuándo y en qué instancia comenzó a militar?

EJ— En esa etapa (escuela secundaria) comencé a sentir lo social, empecé a participar de situaciones con las que me encontraba y lo mantuve en el tiempo a través del periodismo.

TS— ¿Se acuerda de su primer día como periodista o de alguna de sus primeros trabajos?

EJ— Sí, recuerdo que le hice una nota al ex Fiscal (Ricardo) Molinas (titular de la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas entre 1984 y 1991, hasta que fue destituido por el entonces presidente Carlos Menem por investigar casos de corrupción durante su gobierno), iba con mucha expectativa, era un momento muy importante para mí, imaginate que de repente tuvieras a un funcionario de esa talla enfrente para hacerle preguntas sobre momentos muy difíciles.

TS— ¿Por qué decidió dejar el periodismo?

EJ— Porque quiero estar cada vez más cerca de la gente y, por el mismo motivo, quiero ser concejal. El periodismo ya había logrado eso, pero necesitaba ir más cerca todavía y sentía que involucrarme en la política era la forma de hacerlo.

TS— ¿Quiénes son sus referentes?

EJ— Mucha gente, son muchas personas cercanas, actores, familiares pero, también, personas comunes que muy posiblemente no sean conocidos, pero son referentes porque algo me enseñaron, o que los conocí con el oficio.

TS— Usted no parece perder la calma ante distintas situaciones, ¿es siempre así?

EJ— Todo el tiempo utilizo lo que aprendo para enfrentar lo que se me presente, nunca pierdo la calma, me parece que no sirve, es una forma de pararme frente a los hechos que se producen en mi vida diariamente.

TS— ¿Sigue jugando al fútbol?

EJ— Sigo practicando deportes, lo hacía desde muy chico, en la escuela primaria era muy común el handball, pero también practico fútbol. El deporte les sirve mucho a las personas. A mí, correr una hora me sirve para sacar conclusiones acerca de varios temas, me sirve para pensar, para arreglar la agenda del día o para concentrarme en lo que debo enfrentar todos los días.

Cuando el grabador se apagó, no significó el final de la charla, en esa instancia Jatón soltó una frase que, tranquilamente, pudo ser parte de alguna de sus respuestas: “credibilidad no es lo mismo que la fama y, por supuesto, que la primera es lo que más le sirve a un periodista”.

 

Texto: Sergio Ferreyra

Fotos: Pablo Aguirre

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