1
Vuelvo al dulce lugar, donde rendida
entre cintas rojas atadas junto
al santuario a Gil. Oblicua sobre
la portulaca y la vara lila de flores
en los tranquilos círculos de una
muerte virgen, enteramente virgen
que no llega a destino, ni alimenta.
Ausente del espinel el ojo
de los pescadores a la siesta,
olvida la cautela en remansos, en los
tranquilos círculos de una muerte
donde nadie puede reclamarle al río:
no me mates. Oblicua y dormida
con mi mano extendida a la corriente.
3
Más quiero ser amante y ahogado
aturdirme de voces confusas
o con el golpe de la zambullida,
que retumba en el aire tranquilo.
Quiero al cerrar los ojos descubrir
de dónde viene el sonido, dónde
está el punto del hundimiento.
Pero me sumerjo y con los ojos
abiertos pienso que veo la orilla,
el paraíso, la mesa, su cuerpo
venir del rancho al excusado,
también que amanece y ya está
con los ojos abiertos, antes
del canto de los gallos.
Referencias de mapeo:
- Sitio específico Río Salado. Entrada Autopista Rosario-Santa Fe.
- Sitio específico Colastiné Norte. Río Colastiné.
Lo que inspira Gabriela
Santiago Espel (poeta y editor) dice: “Lo que propone aquí la autora es un recorrido por la incierta topografía del agua, del agua del litoral, según ciertas concordancias y citas, aunque se trate en realidad de un lugar-no lugar, como se encarga ella de apuntar en sus palabras liminares.
Quevedo y Caravaggio son la excusa elegida para empaparnos las manos en este telar amniótico, que nos va narrando una variedad portátil de sucesos, muchos de ellos apenas insinuados, otros sugeridos con vehemencia.
Podemos trazar las líneas y descubrir las figuras, saludar, abrazar a sus actores, muchos de ellos poetas del litoral, muchos de ellos regiones del litoral. Pero no se trata, en mi opinión, solo de esto, se trata más bien, y antes, de leer un texto que trasciende sus propias referencias para transformarse en otra cosa proveniente de otro no-lugar.
Poco importan estas digresiones en definitiva; lo concreto, lo real, lo que subyace bajo el agua de esta breve sinfonía, es la innegable sensación de encontrarnos frente a un libro que nos conmueve, que nos sacude en lo más íntimo, donde solo hace pie la palabra que nace de la emoción, la palabra que se da entera, y abierta, como se da sin mezquindades el repicar del agua, o el brillo del sol”.
Texto: Gabriela Schuhmacher
Poemario: Ahogada en otro Tíber (Proyecto “Poesía en sitio específico: Ahogada en otro Tíber”. FNA- Beca Creación Letras 2017)
Editorial: Ciudad Gótica
Nombre de sección: Inspiraciones
Edición: N° 65
Fotos: FNALAB LITORAL